Hay platos y pimientos picantes en España, claro. Esos callos con su punto de picante, los pimiento de Padrón que ya se sabe que a veces pican, el chorizo picante o las bravas, por supuesto, y las guindillas que animan en refrito tantas cosas. Pero es verdad que el picante tiene un protagonismo muy moderado en el recetario español, y pocos serían los que pensarían en este país al hacer una lista de cocinas picantes.
“España es un sello gastronómico, pero no había un sabor picante que representara esta gastronomía”, nos explica Juan V. Casanova. Con esa idea en la cabeza y junto a su hermano, en 2017 puso en marcha Espicy (Es por España, Spicy por picante), aunque la compañía y sus salsas no comenzaron realmente a moverse hasta 2019, recuerda.
La gran acogida de su primera salsa y el éxito de ventas en Amazon no pasó desapercibido y pronto saltaron a los titulares como la salsa picante que desde Murcia llegaba a todo el mundo a través del gigante de la venta online, y abanderando algo que sonaba singular y nuevo: picante y español.
¿Por qué Amazon? Porque es más democrático que las grandes superficies, donde es muy difícil entrar, defiende. «En Amazon pones a la venta un producto, y si gusta se ve rápidamente», resume el responsable de la compañía.
Casi dos años después, su gama de salsas y condimentos ha crecido, la tienda online se ha convertido en su principal canal de venta, y la filosofía más cercana a una start-up tecnológica que a una compañía de salsas al uso hacen que sigan siendo un fenómeno de esos que seguro que se estudiarán en las escuelas de negocios. Si es que no se está estudiando ya.
¿Pero qué tiene de especial este picante made in Spain? De entrada, que promete -y cumple- con un punto de picante muy bien ajustado. No solo al paladar local, poco dado a excesos con el picante, sino también a platos que no consentirían que el picante les robara protagonismo o enmascarara su sabor.
Su salsa Hot, la más picante, no disimula su intención de convertirse en la sriracha española. Por el diseño, pero también por ese picor limpio y bien medido.
Es la más vendida, nos cuentan, aunque la Espicy Mayo -mahonesa picante- pega fuerte y, lo cierto, es que tiene todos los puntos para ser la preferida de la mayoría y la que mejor encaja con más cantidad de platos.
Muy interesante la Espicy Honey -recomendable atreverse a probar con dulces- y la última incorporación a la familia tras los condimentos picantes: la Spicy Truffle. ¿Trufa picante? Parece una combinación muy extraña, pero lo cierto es que en pre-venta (hasta finales de marzo toca esperar) ya han agotado casi existencias, así que parece que la idea ha gustado entre sus clientes. ¿O deberíamos hablar de fans?
Aunque el jalapeño, que es la base de sus salsas, viene de México, nos cuentan que están buscando y hablando con agricultores locales para ver si alguien se anima a plantar y suministrar la cantidad necesaria para abastecerles. En un par de años esperan que sea posible.
Sí es de aquí, de Teruel, la trufa que usan, y nos adelantan que andan con proyectos en los que el pimiento del piquillo será el protagonista. Así que lo de abanderar el picante español no es solo una cuestión de marca o de sabor, sino que también quieren que se note en la lista de ingredientes.
Una salsa española que no solo triunfa aquí, sino que se vende desde hace años en Estados Unidos, en México -eso son palabras mayores cuando hablamos de picantes-, en Nueva Zelanda e incluso un pedido reciente se ha ido a la isla de Guam, en medio del Pacífico, comentan divertidos.
Una cosa es segura: si también ha llegado a Inglaterra, posiblemente haya caído en alguna que otra paella. Después de todo, es la salsa española picante, ¿no?
A mí no me gusta nada el picante, me sienta muy mal pero a mi pareja le encanta y le pone picante a todo, ¿Dónde podría comprarlo en supermercados de madrid?