Descubre los mejores restaurantes para disfrutar de la Semana Santa en Barcelona

Si vas a pasar por Barcelona esta Semana Santa o toca quedarse en la ciudad estos días, aquí va una pequeña selección de restaurantes que hemos podido visitar últimamente y que merece la pena conocer.

Lugares elegantes en localizaciones increíbles, cocina tradicional, una de las mejores pastas de la ciudad, un arroz junto al mar o unos cócteles son algunos de los planes que os proponemos.

La Dama

Solemos desconfiar cuando alguien nos habla de un local como el restaurante más bonito de la ciudad, pero la verdad es que a La Dama cuesta buscarle competidores. Concebido como un apartamento secreto en el espectacular edificio modernista de Manuel Sayrach en la Diagonal -esquina con Enric Granados-, solo la entrada al portal ya deja sin palabras.

El salón principal y la coctelería no desmerecen esta primera impresión. Y, lo mejor de todo, es que la cocina -clásica, con aires afrancesados- y la atención están a la altura del lugar. Desde hace unos meses ha cambiado de manos y se ha querido dar un impulso a la carta, y parece que la estrategia está funcionando.

Muy recomendable el magret de pato Wellington -generoso en cantidad, comen tres sin problema- y rico el calamar carbonara. Empezar o acabar con un cóctel en la barra de la entrada es una gran idea.

Fauna

Saltamos al barrio gótico para visitar el hotel Kimpton Vividora (Carrer del Duc, 15), un coqueto cinco estrellas muy bien integrado en el centro de la ciudad. Si el tiempo acompaña, subir a su terraza es un gran plan, pero hoy nos quedaremos unos pisos más abajo, en el restaurante Fauna.

Cocina catalana sin ínfulas, pero con una técnica notable y resultados sabrosos. Las judías de Santa Pau con tortita crujiente de pies de cerdo, butifarra de Perol y cigalitas es un buen ejemplo de la cocina que se practica en esta casa, donde tampoco faltan arroces, canelones y otros platos más pensados para compartir.

El espacio resulta especialmente acogedor -nos encanta la decoración de todo el hotel- y casa con esa filosofía de sentirse como en casa, que defienden sus responsables. Tomarse el café o el postre en la terraza puede ser un remate perfecto para una comida o cena en Fauna.

Flying Monkey

Si te gusta Auto Rosellón y La Balabusta, te encantará Flying Monkey. Si todavía no los conoces, apúntalos en mayúsculas porque, en pocos años, la chef Ronit Stern y su cocina de Oriente Medio con la mirada puesta desde Tel Aviv hacia todo el Mediterráneo se ha hecho un hueco en la ciudad.

Flying Monkey es la última apertura. Un pequeño y coqueto local en la parte alta (Amigó, 37 en Sant Gervasi) para disfrutar de un buen menú del día, picar algo por la tarde, improvisar una cena con sus «platillo volantes»… La carta y las propuestas se van adaptando a lo largo del día. Cuesta recomendar un plato, porque van cambiando según temporada y producto, así que mejor que te acerques tú mismo a probarlo.

Tampoco se olvidan del desayuno, por cierto. De hecho, el pan es una de las claves de esta casa. Hasta tal punto que de aquí ha surgido Oz Bakery, el obrador que prepara el pan para todos los restaurantes de Stern y que ahora también permite comprarlo allí mismo.

Bar Mono

Un bar de tapas en el Gótico es una combinación que, a priori, puede sonar aterradora. Plagado de locales que son trampas para turistas, nos acercamos a Bar Mono -en plena plaza de Sant Josep Oriol, 4- con una buena ración de escepticismo.

Así que la sorpresa es especialmente grata al encontrarnos con un local animado, pero cómodo, una carta de precios ajustados y un desfile de platos más que correctos en la mesa. Más allá de la omnipresente street food, con sus baos, tacos y demás, nos quedamos con los mejillones a la brasa, la bomba de la Barceloneta, una ensaladilla rusa rica y la tortilla abierta de setas.

Para rematar, una carta de vinos que, por variedad y referencias, vuelve a sorprendernos. A veces está bien equivocarse y tener que comerte el escepticismo.

Solraig

Salimos de Barcelona para pasear por Castelldefels. Frente a la playa, en el paseo marítimo, parada en el hotel Bel Air (Pg. Marítim, 169) para disfrutar de los arroces de Solraig. El restaurante del grupo Tibu-Ron (que tiene varios locales en la zona y un chiringuito de playa) puede presumir de una localización de lujo que sabe aprovechar bien.

Muy concurrido los fines de semana -imprescindible reservar-, aquí se practica una cocina sin complicaciones, pero bien resuelta. Diferentes entrantes conducen a los arroces, especialidad de la casa, y que en 2019 consiguieron ser reconocidos entre los mejores del país. Para los menos arroceros, también hay opciones de pasta, carnes y pescados a la brasa.

Galileo

Que Barcelona se ha convertido en una de las capitales mundiales de la coctelería no es ningún secreto. Y en la ruta de locales más populares hay uno que ya lleva un tiempo en activo y al que recientemente le han dado una vuelta gastronómica muy interesante.

Se trata de Galileo (Aribau, 152), que combina una parte de barra con una propuesta de cócteles más que notable que gira alrededor de Galileo, sus inventos y descubrimientos. Con un comedor que da forma a este concepto de cocktail-bistro, funciona solo por las noches.

Tapas, pasta, tablas de embutidos y platos repletos de guiños italianos con una presentación cuidada acompañan a la propuesta de cócteles, los auténticos protagonistas del lugar.

Algrano Bistro

Si hay antojo de pasta, la solución está en el barrio de Sant Antoni. No diremos que Algrano (Tamarit, 104) es el mejor restaurante de pasta de Barcelona, porque siempre quedan absurdas estas cosas, pero sin duda merece un lugar muy destacado.

Tanto el menú del día como la carta habitual merecen mucho la pena, pero quienes necesiten una excusa para conocerlo o volver aquí va una: tres Estrellas Michelin.

Y es que el chef Paolo Casagrande del restaurante Lasarte ha elaborado para Algrano un plato especial que puede disfrutarse hasta el próximo 15 de abril. Se trata de unos ravioli boloñesa de carabinero y burrata con salsa ligera de radicchio rojo de Treviso.