Tagliatelle, fusilli, penne, farfalle, bucatini… Por mucho que presumamos de conocer variedades de pasta más allá de los macarrones y los espaguetis, lo cierto es que la lista es interminable. Y desde el año pasado un poco más porque, por lo visto, las 350 variedades que se calcula que existen ya no eran suficientes para Dan Pashman, que decidió crear una nueva. Y no una cualquiera sino, atención, la pasta perfecta.
¿Un estadounidense creando un nuevo tipo de pasta que, por lo visto, mejora las que ya existen? Efectivamente. Si te suena ofensivo, imagina lo que pensarán muchos italianos. El caso es que Pashman, muy conocido por su premiado podcast The Sporkful, decidió a investigar cuál sería la forma perfecta para un nuevo tipo de pasta.
Según él mismo explicaba, tenía que cumplir tres condiciones: buena mordida, fácil de comer con el tenedor y buena adherencia de la salsa.
Y es que, como todo amante de la pasta sabrá, no todos los tipos de pasta valen para todas las salsas o formas de cocinarlas. Eso, cocinarla al dente, y no usar nata para la carbonara son los tres pilares básicos para poder tener una charla sobre pasta con alguien de Italia sin enfadarle.
Fruto de esta investigación nacieron los cascatelli, una pasta que no sabemos si será o no perfecta, pero que al menos sí es la más reciente de las disponibles en el mercado.
Con nombre de cascada, es la combinación de variedades ya existentes. Un poco de bucatini por aquí -esa gran hendidura central es básica para la salsa- y otro de mafalda, incidiendo en esa idea de las curvas para dar mucha textura y que sea incluso diferente según el lado por el que se muerda.
Al parecer, no fue fácil convencer a ninguna marca de pasta para que produjera los nuevos cascatelli, pero finalmente la estadounidense Sfloglini se animó a probar y lanzarlos al mercado. Y con un éxito más que notable, porque la primera partida se agotó rápidamente y ahora mismo en su tienda online avisan de que los pedidos se demoran entre dos y tres semanas por la alta demanda.
Disponibles solo en Estados Unidos -no hay valor para venderlos en Italia, ¿eh?- y Canadá, y también desde hace poco en una versión sin gluten hecha con guisantes por la compañía Banza, cuatro paquetes de cascatelli de 450 gramos cuestan unos 20 dólares.