Recetas veraniegas para entretener a niños de vacaciones: helados

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Agosto y aquí seguimos, al pie del cañón y firmes en nuestra voluntad de servicio público. En este caso, al rescate de familias que, en el segundo mes largo de vacaciones escolares, han agotado ya sus ideas y actividades. Así que ahí va la segunda tanda de recetas y experimentos para hacer en la cocina sin morir abrasados.

La semana pasada os hablábamos de gelatinas. Hoy es el turno de los helados, los reyes del verano. Aunque en general se asocie el helado con pasear o vaguear en una terraza, la verdad es que es posible, incluso recomendable, hacer distintos tipos de helados en casa. Con ellos podemos reciclar frutas algo maduras, controlar la cantidad de azúcar que ingerimos y, de paso, divertirnos y pasar un rato con los pequeños. Eso por no hablar del placer de comer algo hecho por nosotros mismos.

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Os proponemos diferentes fórmulas y recetas para conseguir varios tipos de helados en casa de forma bastante sencilla. Eso sí, los ingredientes son tan solo una idea, lo importante es el proceso. A partir de ahí las combinaciones de sabores son interminables.

Helado cremoso de fruta

El primer helado es el más simple y sencillo. Es nuestro fantástico helado de plátano: congelar un plátano y triturarlo. Una forma ultrafácil de conseguir un helado cremoso y que, seguro, va a sorprender mucho a los pequeños. Por si alguien no estuvo atento, recuperamos la receta en vídeo.

Granizado

Tener un clásico y socorrido granizado de limón en casa para soportar los calores es mucho más fácil de lo que imaginas. Partimos de la limonada que preparamos la semana pasada para las gelatinas. Recordamos: hacemos un almíbar con agua, azúcar y la piel de un limón. Mezclamos con el zumo de tres limones y añadimos agua fría. Ya tenemos la base de nuestro granizado.

Para conseguir la textura tenemos dos opciones. Podemos poner la limonada en un tupper y al congelador. Al cabo de una hora, con un tenedor o cuchillo sin punta, dejamos que los pequeñajos liberen energía rompiendo el hielo. Por supuesto, con la supervisión de un adulto. Volvemos a ponerlo al congelador. Al cabo de una hora repetimos la operación.  A partir de ahí ya tenemos un granizado a punto para cuando apetezca.

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La otra alternativa, por si no queremos o no podemos estar pendientes del reloj, es poner la limonada en recipientes más pequeños, de “ración”, y dejarlos congelar durante horas sin tocar nada. Para tomárnoslo sólo debemos tener la previsión de sacar el granizado aproximadamente una hora antes de servir. Se deshará un poco y podremos romperlo para conseguir la textura adecuada.

Helados de palo

El helado de palo, tradicionalmente odiado y temido por las madres por aquello de que no alimenta, vive un momento de esplendor gracias a los polos de fruta congelada. Presumen de ser los helados más sanos porque son fruta 100%. Al menos en la composición, porque el precio es notablemente superior a la fruta fresca.

La opción fácil y barata es hacerlos en casa con un molde para polos y una minipimer o licuadora para triturar la fruta que prefiramos: melocotón, sandía, fresa, albaricoque… Hay que tener en cuenta que con el frío se pierde algo de sabor, así que mejor que la fruta esté bien madura, con una buena concentración de azúcar, o resultarán algo sosos. Otra opción es añadir un almíbar a la fruta para conseguir un polo sano pero algo más goloso, como unos polos de sandía.

polos

Para prepararlos ponemos un vaso de agua con tres cucharadas colmadas de azúcar al fuego y dejamos que hierva fuerte un par de minutos. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco. Por otro lado, trituramos sandía hasta obtener medio litro de zumo. Mezclamos con el almíbar, ponemos en moldes y al congelador.

Con esta cantidad salen un buen número de polos, así que también podemos guardar una parte para hacer un granizado.

Sugerencias

  • Podemos hacer polos con prácticamente cualquier combinación de fruta de verano. También con horchata, leche con chocolate…
  • Una opción ecológica es usar recipientes que podamos reciclar como moldes. Podrían servir envases de yogures o postres preparados, botellitas de agua cortadas por la mitad… Es importante que sean de plástico, el vidrio podría romperse en el congelador.

Helado cremoso

Hemos llegado al rey del helado, el cremoso y contundente, la bomba calórica que no lo parece por su frescor. Aunque bastante más laborioso que los anteriores, también es factible hacerlo en casa. Eso sí, la mano del adulto tiene que estar más presente porque aquí interviene más el fuego.

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Como ejemplo proponemos el popular helado de chocolate, pero en todos los casos la base es la misma: una crema inglesa o natillas a la que se añade el sabor o ingrediente que queramos, desde pulpa de fruta a galletas trituradas. El truco para conseguir cremosidad sin morir en el intento no es nuestro, es de Laura Conde y lo cuenta en su libro Hecho en casa.

Ingredientes

  • 150 ml. de leche entera
  • 100 ml. de nata para montar
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de cacao en polvo

Preparación

Calentamos la leche con la nata hasta que hierva, y apartamos. Batimos bien con unas varillas los huevos con el azúcar y el cacao hasta que estén cremosos y hayan ganado algo de volumen. Con mucho cuidado, y sin dejar de remover, incorporamos la leche y la nata calientes a la mezcla de huevos. Volvemos a poner la mezcla en el cazo y ponemos a fuego medio-bajo sin dejar de remover hasta que espese.

Con esto ya tenemos la base del helado. Si tenemos heladera en casa lo metemos ahí. Para la mayoría de mortales que no tenemos heladera ni espacio para ella, la opción es poner la crema en una cubitera. Tapamos bien con film y metemos en el congelador, sin preocuparse de ir sacando y mezclando cada media hora.

cubitos

Cuando queramos helado, sacamos unos cubitos, dejamos unos minutos que se ablanden un poco y los ponemos en una batidora de vaso o trituramos con mucha paciencia con la minipimer. Con ello conseguiremos al cabo de unos minutos un helado cremoso, tal y como ocurría con el helado de plátano que hemos visto antes. Eso sí, debemos asegurarnos que la batidora tiene potencia suficiente.

Sugerencias

  • Podemos infusionar la leche con multitud de especias (vainilla, canela, cardamomo…), así como con piel de naranja o limón.
  • La misma técnica de los cubitos podemos aplicarla a yogures, natillas y otros lácteos para conseguir un helado cremoso.

1 COMENTARIO

  1. Hola a todos soy un pequeño autónomo y cree mi tienda online para vender productos de mi tierra Cantabria, bueno les cuento un poco mi historia cuando empecé lo hice con muy pocos recursos yo no tenia ni idea de esto de vender online e invertí una parte de mi dinero para hacerla y otra parte en mercancía y claro no pedí ni subvenciones ni ayudas ¿ por que ? la verdad no creo en las ayudas y menos del gobierno ni de esas instituciones de Europa , que por lo general se la dan a los amigos y te hacen ser esclavos del tiempo etc y la mejor razón creo en el esfuerzo lo único que pido es que me compren, hacer mis clientes y que ellos mismos me marquen el buen hacer, eso es lo que creo. Les invito a visitar mi tienda donde vendo conservas de anchoas, bonito, quesos, yogures ecológicos, sobaos pasiegos, quesadas y mermeladas y un etc.
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