Con tantos frentes de actualidad abiertos, esta vez parece que no ha habido mucho margen para el consabido debate sobre los horarios en España que se produce un par de veces al año, justo cuando toca adelantar o retrasar los relojes. Pero, recién estrenado el horario de verano parece un buen momento para rescatar este mapa publicado hace un tiempo en Reddit y que, supuestamente, indica los horarios habituales de cena en cada país.
¿A qué hora cenamos en España? Tarde sería un buen resumen y bastante ajustado a la realidad, sobre todo si lo comparamos con los vecinos europeos. Según estos datos, el horario medio se sitúa entre las 21.10 y las 22.30 lo que nos situaría como los más tardío del continente.
¿Pero realmente cenamos tan tarde? Evidentemente cada casa es un mundo, pero cuesta imaginar, por ejemplo, que familias con niños a diario sigan este horario. Tampoco es lo mismo invierno y verano y, evidentemente, las vacaciones y sus horarios locos de casi todo tampoco siguen como referencia.
En el otro extremo, la cena en Noruega se estila entre las cuatro y las cinco de la tarde. Un vistazo a los comentarios del citado hilo de Reddit no ayuda demasiado, porque mientras muchos confirman estos horarios otros dicen que no es para tanto.
De todos modos, hay algunos detalles que chirrían y que animan a desconfiar de la credibilidad. Porque, como todo el mundo sabe, nuestros vecinos portugueses tienen un horario más parecido al inglés en cuando a comidas y cenas que a los españoles. Sin embargo, aquí se asegura que la hora de cena normal es entre las nueva y las diez de la noche. ¿Seguro?
En cualquier caso y por mucho que lo sepamos, la diferencia de horarios entre países -y entre norte y sur- no deja de ser sorprendente. Como apuntan muchos, cuando en España se está rematando una sobremesa un poco larga, en Noruega ya están pensando en la cena.
Es en este punto cuando el debate suele entrar en cuestiones climáticas, de horas de sol, de carácter Mediterráneo -decenas de comentarios aseguran que en España se cena tan tarde por la siesta, ojo- o de la tristeza vital de los países nórdicos.
El problema es que ese tipo de anécdotas dejan aparcada la parte más importante del debate: los horarios y jornadas laborales y el impacto en todo lo demás. Saliendo de trabajar a las siete o las ocho de la tarde -y no hablamos sólo de comercio o atención al público- es difícil conseguir cenar temprano. Tal vez no a las 10 de la noche como dice este mapa, pero sí a una hora que de tiempo a conciliar o vivir. Incluso sin echarse la siesta.
A la hora del telediario.