Ensaimada con sobrasada

Por Iker Morán

Conseguir unas buenas ensaimadas, una sobrasada de calidad, abrirlas por la mitad, rellenarlas y pasarlas por la plancha. Fin. Efectivamente hoy nos hemos puesto en plan alta gastronomía con este invento al que incluso da cosa llamarle receta. Y es que las ensaimadas rellenas de sobrasada, además de un clasicazo de las combinaciones dulce-salado y una especie de apología balear, son también un pincho muy fácil de preparar, de lo más resultón y bastante original para muchos.

Nosotros las probamos y descubrimos hace ya tiempo de la mano de Art en Buff, que optó por esta presentación con las espectaculares sobrasadas artesanas de Xesc Reina. Desde entonces figura en nuestra lista de ideas rápidas para quedar bien y no pasarnos de originales como con aquella empanada de sardinas y sobrasada. ¿Se nota que nos gusta la sobrasada?

Además de no cargarnos las ensaimadas al abrilas por la mitad, este plato no tiene ningún misterio. Más allá, claro, de conseguir ingredientes de calidad. La sobrasada que sea la mejor que podamos permitirnos o encontrar. Las de Xesc Reina no son fáciles de ver en el mercado y, además, nos cuentan que se venden por piezas enteras, pero merece la pena probarlas, la verdad.

Claro que, ya puestos, lo suyo sería liarnos de verdad y hacer las ensaimadas en casa siguiendo, por ejemplo, esta estupenda receta de El Monstruo de las Galletas. Si estamos perezosos o queremos solventar la receta en 10 minutos, las compramos y listo. Nuestra idea era prepararlas en plan individuales y de bocado, pero ante el sonado fracaso en nuestra búsqueda hubo que conformarse con esas de tamaño mediano que se ven en las fotos.

¿Pero queda bien la sobrasada con un bollo dulce y con tanto azúcar por encima? Pues sí. De hecho, ese azúcar en polvo es parte de la gracia porque al pasarlas por la plancha -la típica sandwichera servirá- quedará caramelizado y crujiente. Unido a la sobrasada un poco derretida y la grasilla impregnando la ensaimada, tenemos una combinación ganadora.