Rebozar pescado y freírlo después, ni parece ni es complicado. Que quede crujiente y bonito ya es otro tema. De hecho, muchas veces optamos por hacerlo en el horno para, además de evitar frituras, saltarnos esa parte en la que los filetes de pescado con huevo y harina se nos acaban pegando en la sartén.
Pero hay un truco para conseguir el rebozado perfecto. Nada nuevo, cierto, que no estamos aquí para descubrir la rueda, pero sí para recordar cosas que realmente funcionan en la cocina. Y la clave está en el tipo de harina que usamos, tanto si optamos por prepararlos al horno como en una sartén con aceite.
En vez de usar la tradicional harina de trigo, la vamos a sustituir por harina de garbanzos. En realidad, algo que se hace habitualmente con las famosas frituras de pescado andaluza, así que solo hay que fijarse en cómo lo hacen los que realmente saben.
Cambiando la harina de trigo por la de garbanzos vamos a conseguir unos rebozados mucho más crujientes y sabrosos. Aporta un toque de sabor muy rico, además de un bonito color dorado. Por si fuera poco, aguanta muy bien las altas temperaturas del aceite y aporta proteína vegetal, fibra y hierro.
La harina de garbanzos no tiene gluten, por lo que es apta para celíacos e intolerantes, y mezclándola con agua puede sustituir al huevo, algo que las personas veganas suelen hacer para prescindir de este ingrediente.
Y aunque hablamos de pescado porque el resultado nos gusta especialmente, podemos usar esta harina también para carne o verduras. Aquí una sencilla receta para preparar pescado rebozado.
Ingredientes
- Filetes de pescado blanco
- Harina de garbanzos
- Huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Preparación
En casa nos gusta cortar los filetes grandes en 2 o 3 trozos para poder manipularlos mejor en la sartén, y porque al servirlos resultan más atractivos para los más pequeños. Pero es algo totalmente opcional.
Salamos ligeramente los filetes por ambos lados. En un plato hondo batimos 1 o 2 huevos, dependiendo del tamaño y de la cantidad de pescado que queramos rebozar. Y en un plato llano ponemos harina de garbanzos.
Rebozamos de forma tradicional. Primero empapamos bien el pescado con el huevo y rápidamente lo cubrimos con la harina. Podemos repetir el proceso para hacer un doble rebozado con una capa más gruesa, eso ya va a gustos.
Ponemos a fuego medio una sartén con abundante aceite. Si doramos unos ajos laminados, el pescado quedará aún más rico. Cuando el aceite esté caliente, vamos echando los filetes, dejando espacio entre ellos y sin poner muchos de golpe para que no baje la temperatura del aceite.
Freímos los filetes por ambos lados hasta que estén bien dorados y añadimos un poco de sal. Dejamos el pescado caliente y ya rebozado sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y ya estará listo para servir.