Col verde gratinada con frutos secos y canela

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Después de ocho semanas en tierras germanas y muchas horas de clase, la semana pasada decidimos que nuestro nivel de alemán era lo suficientemente bueno como para hacernos con una de las revistas de cocina que solemos ver en la caja del supermercado y lanzarnos a cocinar algo siguiendo sus instrucciones.

La gastronomía está de moda también por estas tierras, pero la mayoría de publicaciones de este tipo suelen ir dirigidas a un público específico: la mujer. En concreto, el ama de casa. Para muestra, la revista que compramos: «meine Familie & ich» (mi familia y yo). Pero a pesar de lo anticuado del título, dentro encontramos algunos trucos muy útiles para resolver pequeños problemas culinarios y recetas con un toque innovador.

Es el caso de este gratinado de col verde que incorpora un ingrediente poco habitual en una receta tan tradicional: la canela. El resultado es un plato vegetariano poco común, con un sabor invernal y contundente, acompañado del toque fresco del perejil y el aroma de la canela. Tomen nota.

Ingredientes (para 2 personas)

  • 400 g de col verde
  • Unas ramas de perejl fresco (cuatro o cinco son suficientes)
  • 1 huevo
  • 100 ml de nata líquida
  • 50 – 60 g de frutos secos
  • 50 – 60 g de Bergkäse (queso alpino)
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Canela
  • Azúcar
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración

Antes de ponernos con la elaboración, una aclaración: no hemos sido capaces de encontrar el nombre en castellano del Bergkäse. La traducción literal es «queso de montaña» y es un tipo de queso típico de los Alpes. Podéis usar cualquier queso con un mínimo de sabor, os recomendamos que uséis queso manchego, por ejemplo. No es lo mismo, pero le irá bien.

Ahora sí. Lavamos y cortamos la col en trozos más o menos grande y la cocemos durante cinco minutos en una olla con agua, una cucharada de sal y una pizca de azúcar. Pasados cinco minutos, escurrimos y reservamos la verdura.

Picamos bien el perejil y lo mezclamos con la col cocida. A continuación, salpimentamos la mezcla. No sabemos si ha sido cosa nuestra, pero al hacer este paso nos ha parecido que el olor cambiaba y adquiría cierto aroma a mar, como a algas.

Precalentamos el horno a 200 grados (180 si tiene ventilador).

En un cuenco pequeño, mezclamos los frutos secos picados con media cucharadita de canela. ¿Y qué frutos secos pongo? Os preguntaréis. En la revista recomiendan nueces o avellanas. Nosotros nos olvidamos de comprarlas y hemos usado cacahuetes y no ha quedado nada mal.

En otro cuenco, batimos el huevo y lo mezclamos con la nata. En una olla de horno bien engrasada vertemos la col y el perejil, regamos la mezcla con la nata y el huevo y añadimos encima los frutos secos con la canela.

Cortamos el queso en pequeñas tiras y las colocamos por encima. El toque final es añadir unas cuantas «perlas» de mantequilla para que el gratinado quede perfecto. Horneamos durante aproximadamente 25 minutos. El gratinado debe quedar bastante doradito.

Ya tenéis listo este particular gratinado de col. Ni que decir tiene que puede funcionar con otras verduras: otros tipos de col, espinacas o, incluso, brócoli. Creemos que un toque de nuez moscada en la mezcla de huevo y nata le hubiera sentado genial y que quizá algo más de frutos secos no le hubieran venido mal. Eso ya, lo dejamos a vuestra elección.

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