En estos tiempos de banderas y tensión política, no se nos ocurre mejor manera de tender puentes que mediante la cocina. Y eso es lo que lleva años haciendo Aurelio Morales en el restaurante Cebo que, por aquello de redondear la metáfora política, está muy cerca del Congreso de los Diputados.
Ubicado en el hotel Urban de Madrid, desde que el otoño pasado llegó la merecida primera Estrella Michelin parece que más miradas se han posado en la cocina de Morales que, con sólo 34 años, consigue hilar un discurso muy coherente entre tradición, producto -parte madrileño, parte catalán- y sabor.
De hecho, parece que lo de saltar fronteras a base de buena gastronomía se ha querido llevar un paso más allá, y entre la oferta de Cebo destaca un menú degustación (Las diecisiete, a 110 euros) que recorre las autonomías del país, reinterpretando algunos de sus platos, sabores y productos.
De todos modos, para la primera visita posiblemente sea más interesante apostar por el menú de clásicos (80 euros), que recoge a lo largo de una decena de pases los platos que han servido para colocar la cocina de este joven chef en el mapa.
Tal vez por aquello de los lazos madrileño-catalanes, puestos a destacar algunos platos de la secuencia, nos quedamos con un buñuelo de calçot -esas cebollas tan catalanas, por simplificar el asunto- que marca territorio nada más empezar.
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Y unos originales callos con garbanzos que nunca faltan en la foto, una oreja frita que deja claro que aquí hay técnica pero también mucho producto o, nuestro preferido, el boquerón, que presenta este ingrediente en varias y deliciosas texturas.
La sala, elegante pero distendida, la excelente carta de vinos, el atento servicio y el buen precio de su menú degustación para el nivel de la cocina y la situación, completan la lista de buenos motivos para pasarse por aquí.
Y por si el discurso de los puentes gastronómicos, los callos o el boquerón no son suficientes, añadiremos uno irresistible: el pan de churros que elaboran en la casa.
¡Felicidades! Increíble esa oreja brava. Un saludo