¿Cuánto cuesta comer en los mejores restaurantes del mundo según la nueva lista de ’50 Best’?

Ya tenemos nuevo mejor restaurante del mundo según la revista Restaurants y sus cada vez más mediáticos premios 50 Best. Como adelantaban los pronósticos desde hace tiempo -las quinielas son parte del juego-, el número uno se va ahora hasta Nueva York de la mano de Daniel Humm y su restaurante Eleven Madison Park. Los hermanos Roca, que el año pasado ocupaban el segundo puesto tras caer desde el primero, ahora se sitúan en tercer lugar -por detrás de Osteria Francescana-, aunque siguen siendo el primer restaurante español de la lista.

Aunque los puestos del 50 al 100 de esta siempre polémica lista ya se conocían, ha sido esta misma mañana en Melbourne (Australia) cuando se han dado a conocer los 50 primeros puestos. En el top 10 vuelven a estar el Asador Etxebarri (que sube del 10 al 6) y Mugaritz, que pasa del puesto número 7 al 9.

¿Pero cuánto cuesta comer en estos establecimientos? Suponiendo que encontremos sitio, claro, porque la lista de espera de reservas suele ser uno de los clásicos en los que están considerados los mejores restaurantes del mundo. A diferencia de lo que ocurre con la Guía Michelin -donde es posible encontrar locales con menús relativamente económicos entre los premiados con 1 Estrella-, si nos vamos a la cima del 50 best, lo habitual es acercarse o superar los 200 euros por comensal.

Uno de los platos del menú de Eleven Madison Park

Así, en Eleven Madison Park el menú degustación con entre 8 y 10 pases se cotiza a 295 dólares por persona, incluyendo impuestos pero sin las bebidas. La opción de maridaje de vinos en la mayoría de los casos suele significar subir la cuenta unos 100 euros más en este nivel de restaurantes.

En el segundo lugar, Osteria Francescana de Massimo Bottura -considerado hasta hoy el mejor del mundo- el menú degustación está a 200 euros, aunque la cuenta se irá a los 350 euros si decidimos acompañarlo con los vinos sugeridos por el sumiller. En El Celler de Can Roca, más de lo mismo: el menú degustación ronda los 200 euros, sin incluir las bebidas.

Algo más económico puede ser comer en Mirazur, cuarto de la lista. El chef Mauro Colagreco propone  diferentes menús desde 110 a 210 euros -sin maridaje de vinos-, aunque también hay una opción para los mediodías con un menú corto a 65 euros. Comer en el cuarto mejor restaurante del mundo por ese precio no suena nada mal.

Central, de Virgilio Martínez -mejor restaurante de Sudamérica y quinto en la lista 2017 de 50 Best-, tiene su menú «Alturas» a 427 soles, unos 125 euros al cambio actual. Maido, también en Lima (Perú) -en el octavo puesto y posiblemente el mejor nikkei del mundo- ofrece su degustación de este tipo de platos a medio camino entre Perú y Japón por unos 100 euros al cambio.

Mucho más cerca nos queda el Asador Etxebarri que, año tras año, sigue manteniéndose entre los 10 primeros con su alta cocina basada en la parrilla y las brasas. Su precio medio -explican en su web oficial- anda sobre los 140 euros, sin incluir bebidas.

Entre los 10 primeros puestos de la lista de este año, también figura Gaggan (número 7), que desde Bangkok ofrece un menú degustación a 4000 Bahts, unos 110 euros. En este caso incluso se matiza -por si alguien se animaba a probar suerte- que  no está permitido llevarse el vino de fuera, así que habrá que sumar a la cuenta también las bebidas.

Y cierra este top 10 el austriaco Steirereck, con menús de 142 y 152 euros, que incluyen 6 o 7 platos, respectivamente. Al mediodía, por cierto, también se puede probar un menú algo más corto de 4 o 5 pases por 95 o 105 euros.

1 COMENTARIO

  1. Pues la verdad es que en el Asador Etxebarri se puede comer por menos de lo que se dice en el artículo, aunque el besugo que nos pusieron, estando exquisito, no era mejor que otros que nos han dado en otros asadores, que tampoco eran baratos.
    La cuestión es que una vez que destacan en estas listas, los cocineros se suben a la parra del precio. He comido, no barato pero arreglado de precio, en el Mugaritz, en el Cercel de Can Roca o en el Azurmendi, antes de que estuvieran en los top ten, y, sin ser barato, no tenían precios desmesurados como ahora. Y desde llego no comí mal.
    Luego pasa, como me dijeron unos amigos, que tras comer en el Mugaritz –de ahora– se bajaron a Astigarraga a tomar de postre unas chuletas en una sidrería porque se habían quedado con hambre… tras haber pagado el pastón que cuesta ahora comer ahí.
    Hay mucha tontería en eso de comer bueno.

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