Estamos en plena temporada de uva y es el momento de aprovechar este fruto para preparaciones dulces y saladas. Hoy nos hemos decantado por una especie de bizcochitos perfectos para una merienda dominguera. Su textura está a medio camino entre la suavidad del bizcocho y la contundencia del muffin.
Etiquetas aparte, se nos ocurrió mezclar en una masa dulce, unas uvas que teníamos por casa y un queso cremoso de untar. El resultado es más que satisfactorio. Tomen nota.
Ingredientes:
- 120 gr. de harina
- 50 gr. de mantequilla deshecha
- 50 gr. de queso de untar
- 100 ml. de leche
- 1 huevo
- 5 cucharadas de azúcar
- 2 chucharaditas y media de levadura en polvo
- Uvas (más o menos en función del gusto)
- Ralladura de medio limón
- Canela
Elaboración:
En un bol mezclamos el huevo batido, la leche y la mantequilla deshecha. En otro recipiente vertemos la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Mezclamos bien y añadimos los líquidos. Removeremos hasta obtener una masa más o menos homogénea, aunque no trabajada en exceso. Es el momento de añadir el queso y remover hasta que quede integrado en la pasta.
Añadimos la canela y la ralladura de limón -opcionalmente puede añadirse algo de extracto de vainilla- y removemos de nuevo. Dejamos reposar la mezcla. Mientras tanto, troceamos las uvas en cuartos, les quitamos las pepitas. Reservaremos unas cuantas para decorar y añadiremos el resto a la mezcla.
Precalentamos el horno a 180ºC. En un molde para magdalenas, repartimos la masa. Una vez hecho, colocaremos un par de trozos de uva encima de cada bizcochito, añadiremos una pizca de queso y espolvoreamos media cucharadita de azúcar. A continuación, horneamos durante unos 15 minutos.
El resultado es una merienda distinta, no excesivamente dulce pero con el sabor inconfundible de la fruta.