Es posible que a los expertos en el tema les parezca una especie de aberración. ¿Un cava especialmente dulce y muy cargado de sabores y aromas frutales?
Tal vez lo sea, pero desde que lo probamos hace ya tiempo en el restaunte Moments (Hotel Mandarin Oriental, Barcelona) es uno de nuestros favoritos.
La verdad es que no somos grandes entendidos en cavas. Tampoco en cavas para ser más precisos. Pero creemos que, como en los vinos, hay tres grandes tipos: los que no nos gustan, los que están ricos y pueden pagarse y los excelentes pero demasiado caros.
Este Freixenet Malvasia 2001 encaja en la segunda categoría: no sólo es perfecto para acompañar postres o para seducir a quienes de entrada no son muy amigos de este bebida espumosa, sino que es una buena idea para quedar como campeones -o incluso pedantes listillos- en cualquier cena.
Aunque la uva malvasía se identifica casi siempre con vinos canarios -en más de una vinoteca nos miraron como si estuviéramos loco al preguntar por este cava-, su producción también está muy extendida en Italia y no es extraña en las zonas de la costa catalana.
No obstante, según apuntan sus creadores, esta es la primera vez que su uso va más allá del vino dulce y se utiliza para crear un cava.
¿Cómo es? Diferente a cualquier otro cava que habíamos probado hasta ahora: dulce, sin llegar a ser empalagoso, bastante fresco, y con sabores muy marcados a frutas tropicales y algo de fruta seca. Incluso recordamos -hace ya tiempo que los probamos- alguna nota a regaliz que resultaba muy agradable y le deba una personalidad aún más fuerte.
De todos modos, mucho mejor que leer nuestro comentarios de inexpertos catadores es darle una oportunidad y probarlo. Se puede encontrar por Internet sin demasiada dificultad y su precio es de unos 9 euros.