El tiempo en tierras germanas está resultando de lo más provechoso para nuestra alma cocinillas. Además de degustar un montón de platos inéditos para nosotros -catetos pueblerinos- y descubrir programas de cocina 100% Deutsch, hemos tenido la suerte de topar con una española afincada en Alemania que tiene la paciencia de enseñarnos a cocinar algunas de las recetas que nos llaman la atención.
Es el caso de esta especie de hamburguesa -típica de Alemania y Dinamarca- llamada Frikadelle, que nos robó el corazón al primer bocado. Ella las acompaña de su particular salsa de setas y nata y una guarnición de verduras salteadas y patatas hervidas. No negaremos que el aspecto y el sabor del plato tienen el inconfundible aroma viejuno que toda salsa de nata lleva incorporado, pero ¿acaso no viene bien de vez en cuando un poco de nostalgia? Pues eso. Tomen nota.
Ingredientes (Para 4 personas)
Para las Frikadellen
- 250 gr. de carne picada de cerdo
- 250 gr. de carne picada de ternera
- Una cebolla pequeña
- Un diente de ajo
- Una rebanada de pan del día anterior (De unos 80-100 gr.)
- Un huevo
- Medio vaso de leche
- Sal
- Pimienta
- Perejil o cilantro
Para la salsa
- Una cebolla
- 150 gr. de setas deshidratadas
- 400 ml. de nata líquida
- Medio vaso de Tío Pepe
- Sal
- Pimienta
- Nuez Moscada (opcional)
- Aceite
Elaboración
Lo primero que hay que hacer es rehidratar las setas. Cada cual tiene su truco, así que sólo debéis seguir las instrucciones. Podéis, por supuesto, utilizar setas frescas, en conserva o champiñones.
Lo segundo es preparar las Frikadellen en sí. El proceso es muy sencillo. Lo primero que haremos es desmigar el pan y empaparlo en leche. A partir de aquí hay diversas maneras de prepararlas, nosotros os contamos la que nos han enseñado. En un bol ponemos la carne, el perejil -o cilantro si os gusta más- la cebolla y el ajo picados y el huevo. Amasamos hasta que todo quede bien mezclado.
Hay quien fríe la cebolla y el ajo o inlcuso la carne antes de mezclar. Va a gustos, nosotros os aconsejamos hacerlo si después no vais a cocerlas en ninguna salsa. Si no, es mejor mezclarlo todo en crudo.
Añadimos el pan mojado y escurrido y volvemos a amasar. La idea es que quede una masa más o menos compacta. Cuando la obtengamos, salpimentamos y mezclamos otra vez. Con la masa terminada, llega el momento de dar forma a las Frikadellen: cogemos unos 125-150 gr. de masa, hacemos una bola con las manos y aplastamos con una espátula o simplemente con la mano.
En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y marcamos las Frikadellen por los dos lados. El objetivo de este paso es «cerrarlas» no cocinarlas, eso vendrá después.
En una cazuela baja con dos o tres cucharadas de aceite, ponemos a pochar la cebolla picada. Cuando esté casi transparente, añadimos las setas y salteamos durante un par de minutos. Añadimos medio vaso de Tío Pepe y dejamos cocer unos minutos hasta que el líquido haya reducido, más o menos, a la mitad.
Añadimos, entonces, la nata líquida y removemos bien. Cuando empiece a hervir, añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada. Dejamos hervir durante tres o cuatro minutos sin parar de remover.
Pasado ese tiempo bajamos el fuego al mínimo, añadimos las Frikadellen, dejando que se hundan bien en la salsa. Cocemos, a fuego muy lento, entre 15 y 20 minutos.
Pasado ese tiempo, las Frikadellen se habrán impregnado de la salsa y habrán cogido todo su sabor. La nata habrá quedado reducida a algo menos de la mitad. Se trata de un plato rotundo, por lo que lo mejor es acompañarlo de unas patatas o verduras hervidas para compensar. Aún así, un buen puré de patatas o un poco de arroz blanco le van estupendamente.