Menús de temporada en un clásico de Barcelona: alcachofa, trufa y caza en el restaurante Windsor

Le escuchaba el otro día decir a un compañero que en Barcelona encontrar cocina catalana se está convirtiendo en algo casi exótico. ¿Exagera? Igual un poco, pero algo de verdad hay en ese comentario.

Igual elRestaurant Windsor (Còrsega, 286) no encaja con esos cánones de cocina clásica catalana porque aquí hay muchos guiños contemporáneos, pero el caso es que, al sentarnos hace unos días en esta casa, -hacía demasiado que no veníamos- recordamos aquel comentario.

Igual la culpa fue de la escudella, que ya se ha convertido en una cita anual para muchos comensales y que sirven, durante los meses de invierno, los martes y miércoles al mediodía a un precio de 55 euros. Un menú con sus tres vuelcos y en el que también hay alguna pequeña licencia creativa, como el galet relleno con la pilota y trufa negra.

Dejamos la escudella para otro día porque el plan era probar el menú dedicado a la alcachofa, la trufa y la caza. Nada menos. Tres productos con entidad suficiente para ser protagonistas en solitario, pero que aquí el chef David Rodríguez ha optado por combinar.

Es el primer año de este menú que, de hecho, tiene una duración muy corta y solo estará disponible hasta el próximo 28 de enero. Después llegará el menú dedicado a los guisantes, en una apuesta por animar la carta con menús de temporada que pueden ser una estupenda excusa para volver.

Por no hablar del precio cerrado que, incluso en casas de renombre como esta, seguro que muchos clientes agradecen. En este caso, 69 euros más lo que cada uno decida sumar por culpa de la magnífica bodega del Windsor, que con unas 450 referencias sigue siendo una de las mejores de la ciudad.

El menú consta de cinco pases y un postre. Empezamos con un consomé de caza con faisana y foie, que se agradecería algo más caliente. Sensacional el carpaccio de alcachofas, aliño de piñones, jugo de trufa y queso.

El atadillo de liebre a la Royale es una interpretación muy asequible para el paladar de esta carne y preparación, perfecta para que guste a todo el mundo. Algo parecido ocurre con el plato principal a base de ciervo. De nuevo, una carne suave, alejada de la intensidad de otras piezas de caza.

Antes, la alcachofa del Prat crujiente con yema curada, fondo de caza reducido y trufa negra, que ha sido nuestro plato favorito de un menú que se remata con un shoufflé de chocolate con trufa negra.

Un menú interesante y un precio muy bien ajustado, una sala impecable -Joan Junyent, director del Restaurant Windsor recibió el pasado verano el Premio Nacional al Mejor Jefe de Sala por la Academia Catalana de Gastronomía- y, en definitiva, la excusa perfecta para volver a uno de los clásicos y referentes de la ciudad.

Por cierto, nos cuenta Rodríguez que está trabajando en un menú dedicado a platos tradicionales de Barcelona. Estaremos atentos porque suena muy interesante.