Paseando por el Ikea uno se encuentra – además de conflictos de pareja y niños hartos de caminar – con pequeños tesoros. En una de nuestras últimas visitas, una estantería con el cartel de «Todo a un 1 euro» llamó nuestra atención. Allí encontramos una colección de mini-recetarios que nos han salvado más de una comida.
Hoy os traemos una receta extraída – aunque con leves variaciones – del libro de recetas vegetarianas de la mueblería sueca. Se trata de una receta más sencilla que montar una mesa Lack pero con un resultado mucho más vistoso. Un plato recomendable en cualquier circunstancia pero que sabemos, por propia experiencia, que resulta especialmente apetitoso en esas «mañanas tristes» que siguen a las «noches alegres».
Ingredientes (para dos personas con hambre)
- 250 gr de calabaza limpia y cortada a dados
- 100 gr de queso gorgonzola
- 50 gr de nueces peladas
- Medio vaso (100 ml) de caldo de verduras
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- Hierbas provenzales
- Pimienta
- Aceite de oliva
Elaboración
En una sartén grande o cazuela sofreímos la cebolla cortada en juliana fina y el ajo picado. Lo haremos a fuego lento para que no se nos queme. Al cabo de un par de minutos añadimos los tacos de calabaza, los sazonamos con las hierbas provenzales y sofreímos durante aproximadamente un minuto más.
Cuando el sofrito haya cogido color añadimos el caldo de verduras. Nosotros hemos hecho un caldo rápido con una cafetera – ya os hablamos de esta preparación hace unos meses – y el resultado ha sido más que satisfactorio. Dejamos cocer la calabaza durante 8 o 10 minutos dependiendo del grosor. Es importante que los trozos no se deshagan.
Mientras tanto, aprovecharemos para hervir la pasta. La idea es que ambas cosas acaben de hacerse al mismo tiempo.
Pasados esos 8 o 10 minutos el caldo se habrá evaporado casi por completo. Es el momento de añadir la pasta a la cazuela de la calabaza. Removemos y salteamos todo junto durante un par de minutos. Cuando se haya mezclado bien, apagamos el fuego y añadimos el gorgonzola desmenuzado y las nueces cortadas en trozos grandes.
El calor hará que el queso se derrita ligeramente sin llegar a fundirse del todo. Es importante, por tanto, servir y comer inmediatamente. Como toque final podéis añadir, ya en el plato, un poco de pimienta recién molida.
[…] 1.- Pasta con calabaza, nueces y gorgonzola. […]