La crema de limón o lemon curd es una de esas recetas clásicas de pastelería que hay que tener dominadas. A medio camino entre una crema inglesa y una mermelada –curd se podría traducir como cuajada, en realidad- esta crema es muy fácil y rápida de preparar, y puede salvar desde una tarta hasta una merienda improvisada o un desayuno de fiesta.
Sólo necesitaremos huevos, azúcar, mantequilla y, claro, limones. Su sabor, con ese punto ácido que aporta el limón y que podemos ajustar con las cantidades de azúcar, hace que sea la típica crema que también gustará a los que no son demasiado golosos. Unas tartaletas de hojaldre rellenas de este lemon curd y un poco de merengue por encima y acabamos de improvisar una especie de pastel de limón en un momento.
Y, como decíamos, es tan fácil de preparar que se puede explicar en sólo un minuto:
Ingredientes (para un bote de unos 225 gr.)
- Zumo de 2 o 3 limones
- 3 huevos
- 120 gr. de azúcar blanco
- 50 gr. de mantequilla
Preparación
Hay decenas de recetas y versiones de la crema de limón, así como pequeñas variaciones a la hora de prepararla. Por supuesto, nosotros hemos apostado por una bien sencilla para que a nadie le de pereza cocinarla en cualquier momento.
Lo primero será exprimir el zumo de 2 o 3 limones hasta obtener unos 80 ml. Lo mezclamos con el azúcar y removemos bien. Para potenciar el sabor del limón, opcionalmente podemos rallar un poco encima. Nosotros lo hemos hecho y queda estupendo.
En un bol batimos bien los huevos. Después incorporamos la mezcla del azúcar y el limón y seguimos batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
En una cazuela y con fuego muy suave -podemos hacerlo al baño maría, pero también sale directamente en cazuela- vertemos esta mezcla y removemos hasta que vaya cogiendo cuerpo. Tardará unos 10 minutos hasta que veamos que tiene la textura de una crema.
Retiramos del fuego, dejamos que se enfríe un poco, e incorporamos la mantequilla que estará a temperatura ambiente y cortada en trozos pequeños para que sea más fácil de mezclar con la crema. Removemos bien y ya lo tenemos.
Ahora sólo hay que guardar la crema en un bote y dejar que se enfríe. Aguanta perfectamente en la nevera, así que podemos aprovechar para hacer más cantidad y tener reservas para unos cuantos días. A la hora del desayuno y la merienda seguro que lo agradecemos. Una simple tostada con lemon curd es una de esas cosas que te pueden alegrar el día.
Tomo nota, mil gracias por estas deliciosas recetas.
Deliciosa receta. Rápida y fácil de elaborar.
Una cucharada en un yogur natural, es impresionante le rico que está.