El chef con 7 Estrellas Michelin que ofrece menús de 850 dólares y pide donativos para poder pagar a sus empleados

Una única mesa para entre 2 y 8 personas en un restaurante con tres Estrellas Michelin. En realidad serán tres las mesas, una en cada uno de los tres comedores de The French Laundry, el famoso y aclamado restaurante californiano del chef Thomas Keller.

Quienes quieran darse este capricho entre lo exclusivo y lo seguro -ya se sabe que en tiempos de Covid es mejor no compartir espacios cerrados con mucha gente- tendrán que preparar la cartera, claro. Si el menú degustación normal del lugar ronda los 350 dólares, la cuenta de esta experiencia sube a 850 dólares por persona.

¿Y cuál es la diferencia con el menú normal?, preguntan algunos de los muchos que en la cuenta de Instagram del restaurante parecen haberse interesado por la propuesta. Frente a los 9 pases habituales, en este caso Keller y su equipo ofrecerán un menú con 18 platos y en el que están incluidos “todos los suplementos”.

No queda claro si también la bebida o el maridaje de vinos. Qué menos por 850 dólares, pensarán algunos con mucha razón. Pues cuidado porque entre las opciones de experiencias premium que ofrece Keller en sus restaurantes hay una de 2.500 dólares para dos personas que deja este menú de una sola mesa en casi una oferta.

https://www.instagram.com/p/CEfhz2VD5D1/

Aunque desde Eater no dudan en sacar los cuchillos ante la ocurrencia del chef y califican el menú y la idea como digna de un villano de película de Bond, mucho más cerca y con un precio bastante más normal nos encontramos con La mesa del buen gusto.

En este restaurante de una sola mesa del chef Artur Martínez en Terrassa (Barcelona) es posible comer dos personas por 380 euros -todo incluido- y con todo el local para vosotros solos.

Pero volviendo al exclusivo menú de 850 dólares, por lo visto la idea hay que entenderla en el actual contexto en el que el coronavirus ha puesto en jaque a los pequeños y grandes restaurantes de casi todo el mundo. Incluidos imperios gastronómicos como el de Keller donde, tal y como él mismo explica, trabajan 1.200 personas.

Tras meses de cierre y con los seguros desentendiéndose del asunto, comprobamos sorprendidos que el chef ha optado directamente por pedir donativos para pagar a sus trabajadores.

Estamos hablando de un cocinero que suma 7 Estrellas Michelin, incluyendo dos triestrellados, y que cuenta con más de una docena de locales repartidos por Estados Unidos, entre restaurantes de alta cocina, bistrós y panaderías.

The French Laundry y Per Se, en Nueva York, siempre se mencionan entre las referencias de la alta cocina estadounidense con inspiración francesa, y ambos son habituales de la lista 50 Best de los mejores restaurantes del mundo.

El curriculum de Keller es interminable, pero casi nos quedamos con un detalle que nos hace tenerle más respeto que a cualquier suma de Estrellas Michelin: fue asesor de Pixar en la película Ratatouille.

Pero, por lo visto, han bastado unos meses de pandemia para debilitar los cimientos de lo que parecía un gran imperio gastronómico. Para provocar una situación tan surrealista en la que se está cobrando 850 dólares por un menú mientras se piden donaciones para pagar nóminas.

Si alguien quería un ejemplo de esa burbuja de la alta gastronomía de la que tantas veces se ha hablado, cuesta imaginar una tan gráfica y tan dura como esta.

5 COMENTARIOS

  1. Anonimo, its all about finesse -asi que te comes un bocadillo antes de entrar y a disfrutar del espectaculo-

  2. Pedazo de rácano, pidiendo donativos para pagar a los empleados, será que no le da con lo que cobra por cada menú.

  3. Para ser un cocinero con tanto éxito parece que le falta iniciativa con la crisis sanitaria.

    Un restaurante que mete esas facturas a sus clientes, debería pensar como vender su producto y llevarlo al domicilio de sus selectos clientes, y si no tiene ni idea de como hacerlo, pues igual le toca cerrar sus negocios y reinventarse de nuevo, que con platos con menos estrella también se da de comer y se puede trabajar.

    Sino que abra franquicias cerca de las grandes empresas americanas, que seguro que Apple, Amazon, Facebook o Google pueden tener antojo de sus selectas creaciones.

Los comentarios están cerrados.