Carrot cake (con crema de lima)

Admitámoslo, tarta de zanahoria suena poco glamouroso. Incluso el nombre tiene cierto regustillo vegetariano que podría asustar a los más intransigentes con la cosa verdulera. Pero si decimos carrot cake la cosa cambia. Entonces ya nos vemos en un diner en medio de una larga carretera, y una camarera con delantal de los 50 sirviendo café a los parroquianos…

Pero dejando a un lado la escenita, lo que está claro es que el carrot cake es uno de los postres más versionados. Así que en lugar de pegarnos el farol de crear una nueva receta hemos optado por rebuscar un poco entre todo lo ya escrito y mezclar dos de nuestras preferidas.  Concretamente ésta de My little things y ésta otra de merendolas.com.

El resultado es un carrot cake muy sencillo de hacer, resultón y con ese toque exótico que le da el uso masivo de especias y la crema de lima gentileza del mismísimo Jamie Oliver.

Ingredientes:

– 200 gr. de zanahoria rayada.

– 130 gr. de mantequilla.

– 200 gr. azúcar moreno.

– 3 huevos.

– 200 gr. de harina.

– 1/2 sobre de levadura tipo Royal.

– Una cucharada pequeña de bicarbonato.

– Nueces picadas

– Un poco de sal

– Un poco de leche (por si acaso)

– Especias varias: canela, nuez moscada, jengibre en polvo, clavo, pimienta…

Y para la crema:

– 100 gr. de queso mascarpone

– 100 gr. de queso fresco.

– Rayadura y zumo de una lima.

– 50 gr. de azucar glass

Rayamos la zanahoria o, mucho mejor, engañamos a alguien para que la vaya rayando mientras nosotros adelantamos otra cosa, porque esta es la parte más aburrida del proceso. La reservamos.

Derretimos la mantequilla con la ayuda del microndas y la batimos con el azucar moreno. Si no tenemos moreno… bajamos a la tienda y lo compramos. Y de paso anotamos en la lista de la compra todas esas especias que luego necesitaremos y que le dan cierta gracia al pastel. No, no son opcionales.

Una vez batido (a mano o con las varillas de la batidora, sin pasarse con la velocidad) añadimos las yemas de los tres huevos. Las claras las dejamos aparte y las montamos a punto de nieve con una pizca de sal. Este paso es prescindible, pero ayuda a darle al bizcocho una textura un poco más esponjosa.

Añadimos a la mezcla anterior la zanahoria, las nueces bien picadas y todas las especias (sin miedo) y un poco de sal. En otro bol habremos mezclado y tamizado (si no tenemos un tamizador el mundo seguirá girando y la receta saldrá, que no cunda el pánico) la harina, la levadura y el bicarbonato. Juntamos todo, removemos bien e incorporamos las claras batidas.

Dependiendo de la consistencia de la mezcla y si vemos que es demasiado sólida podemos añadir un poco de leche que ayude a mezclarla bien. En algún lugar creemos haber leido que para que suba mejor la masa en el horno es bueno dejarla descansar un rato en la nevera. Por probar no se pierde nada.

Horno precalentado a 180 grados, un molde (alargado, redondo…) bien untado de mantequilla y unos 40 minutos al horno. A partir de ese momento si pinchamos el bizcocho y el cuchillo sale limpio, ya está. Lo dejamos enfriar mientras preparamos la crema. O el frosting o icing, si nos ponemos en plan fino internacional.

Parece sencillo. Y lo es, aunque tras un par de fracasos anteriores (crema demasiado líquida) ahora ya tenemos la fórmula infalible. Mitad de queso mascarpone, mitad de queso fresco y no batir demasiado la mezcla al incorporar el azucar glass. De hecho mejor si nos limitamos a mezclar con suavidad, porque si batimos corremos el riesgo de entrar en una dinámica de destrucción en la que añadimos toneladas de azúcar y le damos a la batidora como si no hubiera un mañana… y aquello no remonta.

El toque de lima puede parecer prescindible, pero en realidad le sienta bien y le da a nuestra carrot cake un toque de frescor y distinción cuando la saquemos a la mesa y empecemos a presumir. Como siempre, la distribución de la crema es libre, pero una ligera capa en el centro y algo más generoso por arriba es una buena idea.

La decoración es opcional, porque nosotros ya nos quedamos suficientemente contentos al ver como la crema adquiría consistencia al cabo de un rato y aquel carrot cake parecía de los de la tele. El objetivo, no nos engañemos, era ese.

8 COMENTARIOS

    • Hola Ana,

      Tienes razón… con la emoción de ver que la crema (por fin!) nos quedaba en condiciones nos hemos saltado ese paso. El chorrete de zumo de lima lo puedes incorporar junto con la crema de queso y el azúcar. Las ralladura nosotros la pusimos a última hora, con la crema ya montada, para que se viera en la foto. Suerte… seguro que te queda estupendo! 😉

    • Nuria, usamos harina de repostería. La típica que utilizarías para hacer un bizcocho normal.

  1. Suena poco raro lo de meter lima en algo tan dulce, pero la verdad que le da un toque fresco que le sienta muy bien. Y, oye, suena de lo más exótico 😉

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