Nos encantan los garbanzos y estamos en temporada de alcachofas. Estas dos profundas reflexiones vitales son el origen de una de esas recetas inventadas bajo el conocido lema de «vamos a mezclarlo que seguro que está bueno». Además, es de sobra sabido que los garbanzos se llevan bien con las verduras de invierno (espinacas, berza…) así que, ¿por qué no probar con la alcachofa?.
En realidad el invento -suponiendo que no estuviera ya inventado, que es mucho suponer- es una versión un poco más invernal y caliente de una receta a la que nos hemos vuelto adictos: los garbanzos salteados con anchoas, atún y espinacas frescas.
El toque exótico llega con el higado de bacalao. Teníamos por casa una lata y éste ha resultado un buen uso, aportando un poco de gracia y sabor potente a la receta. Si no tenemos a mano o el concepto «hígado-de-bacalao» provoca cara de repelús entre los potenciales comensales, podemos sustituirlo sin ningún problema por anchoas saladas o bacalao desmigado.
Ingredientes (para 2 personas)
- 500 gramos de garbanzos cocidos
- 6 alcachofas medianas
- 1 cebolleta pequeña
- Hígado de bacalao (o anchoas o bacalao desmigado)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación
Necesitamos los garbanzos cocidos así que tenemos dos caminos: los cocemos nosotros mismos, los compramos ya listos en bote o en una tienda de legumbres cocidas. Si son de bote siempre es mejor lavarlos bien para que pierdan ese sabor un poco ácido que tienen.
Tres cuartos de lo mismo las alcachofas. Podemos comprar corazones de alcachofa congelados pero sería una pena ahora que están en temporada. Las limpiamos y cocemos. Si no son muy grandes con 15 minutos bastará, porque luego las haremos un poco más.
En realidad lo ideal sería cocerlas al vapor o también quedan muy bien -y se hacen muy rápidamente- en el microondas, con un poco de aceite y sal. Las partimos en cuartos o mitades y las reservamos.
En una cazuela con un chorro de aceite añadimos cebolla picada y dejamos que se dore un poco a fuego medio. Añadimos a continuación el hígado de bacalao (o las anchoas) y con la ayuda de una cuchara lo vamos deshaciendo. Su textura es similar a la del paté, así que es bastante sencillo. Añadimos también el aceite con el que está enlatado -en teoría aceite de hígado de bacalao- y que aporta gran parte del sabor.
Echamos las alcachofas previamente cocidas y dejamos que se sofrían un poco con la cebolla y el bacalao. De 5 a 10 minutos será suficiente, vigilando siempre que la cebolla no se queme. Es el momento de darle un toque de pimienta, probar y corregir el punto de sal.
A última hora se añaden los garbanzos, un par de vueltas y a la mesa.
Qué rico, caerá esta semana. Por el estilo y muy típico de Cádiz (de «Puerta tierra «p’adentro») son los garbanzos con bacalao y acelgas, os dejo un enlace donde podéis ver la receta, nada del otro mundo, pero riquísimo. Un saludo.
http://grupogastronomicogaditano.com/recetas/GarbanzosAcelgasBacalao.htm
Acabamos de llegar hasta aquí gracias a El Comidista. Y hemos decidido que nos quedamos.
Mila y Jon.
Bien, esto no está mal. Creo que os seguiré, aunque no suelo comentar las entradas.
¡Muchas gracias por vuestros comentarios! 😀