Si, como decía la canción, el vídeo mató a la estrella de la radio, parece que ya podemos decir que las cápsulas de café mataron a la cafetera. Al menos a la cafetera moka, ese icónico modelo que durante décadas ha sido parte imprescindible del menaje de cualquier hogar -en Italia, en España y en más países- pero que ha ido quedando relegado por los sistemas de café en cápsula.
¿Cuándo fue la última vez que usaste la cafetera italiana en lugar de la Nespresso de turno con sus cápsulas más o menos piratas? Tal vez un desayuno sin prisas o en alguna sobremesa con demasiada gente como para ponerse a hacer los cafés uno a uno.
Es cierto que todavía sigue siendo parte del paisaje habitual de las cocinas, pero por lo visto no lo suficiente como para mantener a flote a Bialetti, la compañía que en 1933 inventó la cafetera moka que por aquí conocemos popularmente como italiana.
Obra de Renatto Bialetti –este cómic explica la interesante historia de la cafetera, donde se mezclan futurismo, fascismo italiano, aluminio y una buena idea-, curiosamente la promesa de la moka era acercar a casa un expreso como el de los bares y simplificar el proceso de preparar un café en casa. Una idea que resulta familiar, ¿verdad? Efectivamente, es el mismo concepto usado por Nespresso y otras compañías para, 80 años después, ocupar el lugar de la cafetera italiana en los hogares.
El bigote de Bialetti ser convirtió no sólo en la imagen de la marca, sino también en un icono del made in Italy. Su diseño, que ha llegado casi intacto hasta hoy, es considerado uno de los más representativos del siglo XX, y el propio Bialetti pidió que sus cenizas fueran guardadas en una cafetera cuando muriera. Algo que ocurrió, por cierto, en 2016.
Pero los tiempos han cambiado, no sólo porque desde hace ya unos años la cafetera se produce en Rumanía o porque Starbucks haya llegado a Italia, sino porque, sencillamente, no se venden suficientes como para mantener a flote la compañía.
Según recoge el Corriere della Sera, Bialetti arrastra ya muchos años de pérdidas, deudas de más de 60 millones de euros, cierre de muchas de sus tiendas y, sobre todo, se enfrenta a una perspectiva de mercado nada positiva, con la caída de ventas de café en grano o molido frente al crecimiento continuo de las cápsulas. Y todo ello pese a que, según recuerdan desde la dirección actual de la empresa, en el 70% de los hogares italianos sigue habiendo una de estas cafeteras.
¿El fin de una era? Eso apuntan la mayoría de analistas que ven difícil solución a la situación financiera del Grupo Bialetti y a las posibilidades de reflotar el negocio. Así que quienes tengan por casa una de estas Moka Express, mejor que la cuiden y la guarden porque es ya una pieza en peligro de extinción.
Algunas personas han vuelto a la cafetera de toda la vida, cuando han visto la cantidad de aluminio que se malgasta con las dichosas cápsulas.
Donde esté la cafetera de toda la vida, que se quiten las capsulas. En la primera te preparas el cafe tu gusto, en la segunda como el fabricante de las capsulas decida.
Una auténtica pena. Tanto como nos rompemos las vestiduras con lo ecológico y no contaminar, y una «máquina» casi perfecta que ha permanecido prácticamente inalterada desde su diseño original, siendo duraderas, casi irrompibles y una junta de caucho que se podía encontrar hasta en los chinos, y al final gana la cafetera de cápsulas, más cara, más contaminante por las cápsulas, y encima, no sabemos que echan dentro…en fin, esto es el progreso. Usar y tirar. Una pena. Una auténtica pena.
Muchas gracias sr. Cloonie, se lo debemos a usted entre otros y por supuesto a la estulticia generalizada o borregada. Culo veo culo quiero sin parar a pensar lo que saldrá por ese culo.
Llevo 20 años quejándome sobre el plástico innecesario y siempre me miraban como si fuera un extraterrestre. pues muy bien.
Nada que ver el cafe de una cafetera italiana con el aguado de una capsula. Comprare una de repuesto por si se me estropea la que tengo
El problema de esta cafetera no es que las cafeteras de la compañía Suiza sean mas baratas y mejores cafeteras que las de toda la vida, el problema es que duran toda una vida funcionando como nuevas con lo que no necesitas mas que una, en cambio las nuevas cada x años toca renovar maquina y pagar sus 90 euros, asi se promueve el consumismo en esta sociedad.
Si la fabrica italiana se hubiera asociado a una marca de cafés buena con muchos y variados tipos de café como hacen los suizos, venderían cafeteras con paquetes incluidos cada navidades o fechas de consumo sin problema, cambiando los colores o diseños.
Pero así son las cosas.
Yo no entiendo la moda de las capsulas. sera mas rapido, pero el nesquick sabe a chocolate malo de maquina de hospital o de la oficina. es horrendo, y encima sale mas caro. nos mata el postureo.
de bialetti compre hace un año unas sartenes y me han salido muy buenas, al menos venden algo mas aparte de cafeteras jajajaja
Yo tengo las dos, la de toda la vida y la Dolce gusto, me gusta más el café en las cafeteras de toda la vida, pero si es verdad que hay momentos que uso la otra, porvque al ser más rápida, viene mejor, además con la dolce gusto, también puedo hacer tes, caldos y bebidas frias, osea que las dos tienen lo suyo.
Pues yo sigo usando la cafetera italiana y mientras pueda voy a seguir haciéndolo me gusta mucho más, me parece mucho más cómoda que la de cápsulas por supuesto tampoco me parece lógico tanto derroche de aluminio en las cápsulas.
La gente muy de izquierdas tienen muchos síndromes y prejuicios titulitis capsulitis destructiva. Y son los que con su hipocresía, flasedad y empecinamiento en decidir por los demás como si fuéramos tontos los que no siendo de derechas, tampoco somos de izquierdas. Los que acaban con todo aquello que funciona con ese ansias de progresismo chorra e inútil.
Buenos días!
Disfrutando del café hecho en la cafetera tradicional, en los diferentes momentos del día…FELIZ DIA!!!
Por flojera y rapidez las capsulas sustituyeron a esta cafetera, pero CONTAMINAN MUCHO. Debemos regresar a lo escologico aunque tardemos mas.
No amigos, las cápsulas mataron el café.