¿Qué es un vino «limpio»? Así vende Cameron Diaz sus nuevos vinos «sin químicos»

«Un vino limpio, repleto de bondad natural y sin extras no deseados ni conocidos me ayuda a encontrar el equilibrio cuando estoy disfrutando de una copa de vino”. Suena, y mucho, a Gwyneth Paltrow queriendo vender alguna de sus tonterías para reconectar con el cosmos metiéndose cosas raras en el cuerpo. Pero esta vez es Cameron Diaz la que firma semejante declaración.

Un parecido que no es casual porque también Diaz quiere vender algo, claro.  Y, muy astutamente, se ha dado cuenta de que tirar de palabras como natural, equilibrio y meter miedo con químicos y aditivos siempre funciona. ¿Incluso para un vino? Pues eso parece.

Clean wine (vino limpio) es el concepto con el que se presenta Avaline, la marca de vinos de la popular actriz. No son los primeros en usarlo, según leemos en este interesante artículo de The Guardian en el que explican cómo esto de aplicar al mundo del vino los trucos del negocio del bienestar y la salud es una gran tomadura de pelo. Concretamente una que pretende mover muchos millones de euros, eso sí.

El cuento es el de siempre: nos están envenenando con aditivos y químicos y hacen falta alternativas «naturales» y blablabla. En el caso del vino, además, las bodegas que se han apuntado a lo del clean wine juegan con una buena baza: no es obligatorio detallar la lista de ingredientes usados, con lo que aquí, jugar con el miedo del consumidor es mucho más sencillo.

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¿Pero qué es exactamente un vino limpio? Por lo visto, sencillamente un vino ecológico y vegano. Ni siquiera queda claro que sea un vino natural (con menos sulfitos) o biodinámico (con ciertas técnicas, en teoría, más respetuosas con el medioambiente). De hecho, Cameron Diaz y su socia Katherine Power no tienen una bodega propia, sino que alguien los elabora para ellas, que se ocupan de la marca, el marketing y demás.

Un vistazo a la cuenta de Instagram de la actriz deja claro que se lo está tomando muy en serio, porque gran parte de las últimas fotos compartidas (también un intento de viral en TikTok con un reto para beber una copa de vino haciendo el imbécil) están dedicadas al tema.

No se sabe qué bodega está detrás de Avaline, pero sí que las uvas son catalanas. El precio, por supuesto, está a la altura de lo esperado: 24 dólares, tanto el blanco como el rosado.

El concepto es tan absurdo que cuesta elegir por dónde empezar. Pretender, como aseguran estas bodegas, que el vino es zumo de uva fermentada sin más es insultar a la inteligencia del consumidor, por muy dispuesto que esté a creer este tipo de patrañas.

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Pero es que lo peor de todo es intentar revestir el vino con un aura de saludable. Es decir, el vino tradicional (¿no limpio?) es malo porque contiene aditivos, químicos o lo que sea, no porque, como cualquier bebida alcohólica, es todo lo contrario a algo sano.

¿Solución? Un vino limpio que, como repiten ella y su socia entre copa y copa, es delicioso y lo bebería cada día. Tal cual.

Pues ojalá, Cameron. Pero la mala noticia es que ni tu vino ni ninguno es sano. Es más, son todo lo contrario, por mucho que nos encanten y los bebamos. Pero eso, por supuesto, ya lo sabes.

1 COMENTARIO

  1. , lo mismo que hacen unos buenos amigos de mi padre , , lo cojen , lo pisan , y de ahi a la barrica de roble , y esta el vino , del año , que parece añejo , imaginaos cuando lleve algunos años mas …

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