Productos de temporada en otoño: ideas y recetas para cocinarlos

© Emma García

Si algo hemos aprendido en todos estos años es que la mejor manera de disfrutar de los alimentos, de aprovechar todas sus propiedades y de ahorrarnos algo de dinero es consumir productos de temporada y de proximidad.

Por suerte, el otoño es una estación llena de cosas ricas y es una gozada dar una vuelta por el mercado y ver la variedad de calabazas, boniatos o setas que podemos encontrar. Algunos productos podremos disfrutarlos hasta bien entrado el invierno, como las mandarinas, otros son de temporada más corta, como las castañas, así que tenemos que aprovechar para incluirlos en el menú semanal.

Fijarnos en la procedencia de lo que vayamos a comprar y esperar al momento adecuado, nos ayudará a tener la mejor cesta de la compra y a ser responsables con el medio ambiente. Esas naranjas que confunden con un «Valencia» gigante en su etiquetado, y que resulta ser el nombre de la variedad y no el origen, son un ejemplo de lo que tenemos que tener en cuenta.

Os dejamos una lista con 10 productos de temporada otoñal y algunas ideas para poder cocinarlos y sacarles el máximo partido:

Espinacas y acelgas

Aunque podemos encontrar espinacas y acelgas casi todo el año, en otoño están en su máximo esplendor, por eso es el mejor momento para aprovechar y comprarlas frescas. En el caso de las espinacas utilizaremos las hojas, y si optamos por las acelgas, podemos cocinar tanto las hojas como las pencas. 

Con ellas podemos preparar caldos, guisos, cremas y purés, pero también podemos elaborar otro tipo de platos, como estas acelgas con sardinas o una ensalada de invierno con espinacas crudas. 

Caquis 

¿Son los caquis y los persimon lo mismo? Ya lo hemos explicado alguna vez por aquí, pero cualquiera de las dos opciones de caqui se consigue en otoño, y la temporada dura hasta enero o febrero. Tanto si nos gustan los caquis firmes (persimon) como los blandos y gelatinosos de toda la vida, podemos usarlos también para cocinar -aunque a bocados y sin añadir nada más ya están riquísimos-.

Son perfectos para batidos, bizcochos y mermeladas, pero si queremos algo más original, podemos atrevernos con este “caquimole”. Tal vez ofendamos a algún amigo mexicano, pero el resultado es muy bueno, aunque solo se parezca al guacamole en el nombre que nos hemos inventado. 

Mandarinas

Por nuestras raíces valencianas sonreímos automáticamente al ver las primeras mandarinas en el mercado. Son perfectas para picar entre horas o para incluir en el desayuno y asegurarnos una buena dosis de vitaminas por la mañana.

La temporada es larga, tanto que incluso podemos usarlas para sustituir las uvas en las campanadas. Si preferimos cocinarlas y no solo usarlas para hacer zumo, podemos preparar mermeladas, añadir unos gajos a las ensaladas o salteados de verduras, hacer bizcochos o un rico smoothie otoñal.

Setas

Las setas, de muchas variedades distintas, también son típicas en esta estación. Algunas tienen precios prohibitivos, pero también las hay más accesibles, con las que podemos preparar platos deliciosos. Hay que decir que solo salteadas con aceite de oliva virgen extra, ajo picado y perejil ya son un manjar, pero también podemos hacer platos más elaborados como el clásico risotto de setas o esta cazuela de bulgur con setas e higos (si ya no encontramos higos frescos, podemos usar secos).  

Uvas

Las uvas también solemos verlas prácticamente todo el año y es verdad que algunas variedades son de verano, aunque la mayoría son de otoño y es el mejor momento para consumirlas.

Con las uvas pasa lo mismo que con las mandarinas. Podemos añadirlas tanto en el desayuno como en un plato de migas o una ensalada. Además, ahora existen versiones sin semillas, por lo que resulta más fácil utilizarlas en la cocina. Si queremos ponernos más cocinillas, esta tarta de queso y uvas asadas queda buenísima. 

Mango

Los mangos, al menos los de aquí, los que se cultivan en Málaga desde hace ya unos años, son de otoño y llegan a nuestros mercados maduros y listos para comer. Son dulces y aromáticos por lo que lo mejor que podemos hacer es aprovechar la temporada para consumirlos. 

Igual que con otras frutas, los batidos, zumos y mermeladas siempre son una buena opción. Pero su dulzor contrasta perfectamente con ingredientes salados, así que también es buena idea incluirlos en recetas que no sean dulces.

Nos gustó especialmente esta ensalada de mango asado, burrata y vinagreta de jengibre, pero las combinaciones son infinitas. Podemos usar mango también para preparar salsas o un chutney que anime carnes o verduras a la plancha.

Granada

Coloridas, dulces y con corazón amargo, las granadas también destacan en las fruterías en otoño. Aunque parecen un poco engorrosas de comer, ya explicamos hace un tiempo el truco para aprender a pelarlas sin demasiado esfuerzo y aprovecharlas al máximo. 

Además de para hacer zumos (son famosas por sus antioxidantes), podemos añadir sus granos en los yogures, gachas, cremas o ensaladas. Además de dar un toque de sabor diferente, quedan muy bonitas en cualquier plato. 

Castañas

Si algo sin duda marca el otoño es la llegada de las castañas. Aunque las que compramos por las calles recién asadas son insuperables, también podemos prepáralas en casa de tres formas diferentes. 

Para cocinar son muy versátiles, podemos usarlas tanto en recetas saladas, por ejemplo salteadas para acompañar un rosbif, como en recetas dulces para hacer galletas, pasteles o tartas. 

Calabaza

Y sin duda la calabaza es la reina del otoño. La crema de calabaza es un clásico y también podemos asarla como suele hacerse en levante y comerla como un postre, en su momento ya hablamos de algunos trucos para que quede perfecta.

Pero hay muchas recetas en las que podemos usarla, como en un risotto, en un guiso (con las lentejas estofadas queda buenísima), salteada en cubitos o incluso podemos hacer una mermelada diferente o preparar un pumpkin spice latte, el café más famoso de la temporada.

Boniato

El boniato tampoco podía faltar en esta lista otoñal. Un ingrediente que siempre ha estado entre nosotros y que según nos cuentan nuestros mayores, era de lo poco que se podía comer en la posguerra -tenemos un tío octogenario que no quiere verlos ni en pintura-. Pero lo cierto es que el boniato está muy bueno y podemos utilizarlo en muchos platos, igual que la calabaza.

Son estupendos para guisos, cremas y purés. Además, desde hace unos años se pusieron de moda para sustituir a las patatas fritas, y realmente quedan muy bien en bastones tanto fritos como al horno. Si queremos una mezcla sorprendente (y riquísima) podemos optar por estos boniatos asados con setas y queso azul. 

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