Comemos por los ojos, así que el color y el aspecto de los platos es muchas veces la mejor carta de presentación, y una buena forma de convencer a los que no se llevan muy bien con las verduras de que incluirlas en el menú es una gran idea. Sobre todo si con el comienzo de año nos hemos propuesto comer más sano.
El brócoli es la base de este falso cuscús que hemos preparado con verduras y pollo, aunque en realidad se lleva bien con casi cualquier cosa que tengamos en la despensa. Basta con picarlo o rallarlo -para convertirlo en granos que recuerdan a la sémola del cuscús-, saltearlo, y acompañarlo de nuestros ingredientes favoritos.
Eso sí, necesitaremos bastante brócoli, porque aprovecharemos sólo la parte más externa, descartando el resto. Partes que, por supuesto, usaremos para una crema o cualquier otro plato. Una ingeniosa idea que desarrolló en su día el mismísimo Ferran Adrià con su falso cuscús de coliflor, y que aquí hemos versionado en color verde a partir de brócoli.
Ingredientes (para 2 raciones)
- 1 brócoli grande (de 1-1,5 kg.)
- 2 zanahorias
- Media cebolla
- Media manzana
- 150 gramos de pollo
- Curry
- Pasas
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Convertir el brócoli en cuscús es muy sencillo. Lo primero es que nos quedaremos sólo con la parte más externa -y verde- de la pieza, guardando el resto para otras recetas, como una crema de verduras. Aunque podemos hacerlo con una picadora, hemos comprobado que es más sencillo y queda bastante mejor usando un rallador.
Lavamos y escurrimos primero los trozos de brócoli que hemos seleccionado, y vamos raspando con un poco de paciencia los arbolitos hasta convertirlo en unos granos que recordarán al cuscús.
Dependerá de la pieza, pero en nuestro caso, como era hermosa (pesaba más de un kilo) hemos conseguido sacar unos 250 gramos de brócoli rallado. Una cantidad que, acompañada de ingredientes, nos da como para un par de raciones.
¿Hace falta cocerlo? La verdad es que no. A nosotros nos gusta que quede al dente, así que mucho mejor es pasarlo por una sartén unos minutos con un poco de aceite y sal. Lo reservamos y vamos con el resto de ingredientes.
Picamos la cebolla, y a fuego suave dejamos que se vaya haciendo en una sartén. Incorporamos las zanahorias picadas en dados, la manzana también picada, y las pasas. Hemos usado esta combinación de hortalizas y frutas, pero en realidad estamos ante el típico plato que acepta casi todo.
Dejamos que se vaya haciendo poco a poco, y mientras tanto picamos el pollo y le echamos una cucharadita de curry. De nuevo vía libre para versionar la receta y prescindir de la carne si queremos que sea vegetariana. El curry también es opcional, pero le da un punto interesante a este cuscús vegetal. Si no, podemos macerar el pollo con alguna otra especia para dar un poco de gracia a la carne.
Incorporamos a la sartén con las verduras y dejamos que se dore. Para jugar con otro sabor, le hemos añadido un buen chorro de zumo de naranja a la mezcla, y el resultado -entre el brócoli, el cítrico de la naranja y el curry- nos ha encantado.
Una vez el pollo esté hecho, sólo falta corregir el punto de sal, añadir el falso cuscús de brócoli que teníamos reservado, un par de vueltas en la cazuela, y listo para servir. Más sano, colorido y rico imposible.
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