«Una ensalada de pasta, menuda novedad», estarán pensando algunos. Y la verdad es que si combinamos pasta fría con algunas verduras, vegetales y un aliño, el plato resultante perfectamente podría pasar como una ensalada más.
En realidad el nombre es lo de menos, porque lo importante es que este plato frío se ha convertido desde hace unas semanas en nuestro preferido para el verano: sencillo, colorido, muy refrescante y fácil de hacer. La mezcla de ingredientes muy comunes con otros un poco más exóticos -el pepino macerado con vinagre de arroz o el bonito seco- y el toque final de cilantro son la clave.
Tampoco es que hayamos inventado nada. La idea es una adaptación casera de un plato que probamos hace unos días en la cocina-taller de Grupo San Telmo y que está ya en la carta del restaurante nikkei Kokka, en Barcelona. Así que preparad vuestra pasta favorita, una escapada a la tienda asiática de turno para comprar algunos de los ingredientes que necesitaremos, y a cocinar.
Ingredientes (para 2 raciones)
- Pasta (tallarines, espaguetis, tagliatelle o similar), 150 gr.
- 1 pepino
- Vinagre de arroz
- 10-12 tomatitos maduros
- Rúcula
- Katsuobushi (virutas de bonito seco)
Preparación
Lo primero es macerar el pepino. Lo lavamos, le quitamos la piel, y con la ayuda de un pelador de patatas vamos haciendo tiras finas. También se puede trocear en pequeños dados. Añadimos bastante sal y lo dejamos reposar unos 10 minutos para después lavarlo y escurrido bien.
En un bote de cristal, dejamos en la nevera durante unas horas el pepino cubierto con vinagre de arroz -el que se usa para el sushi, fácil de encontrar en supermercados y tiendas asiáticas-, una cucharadita de azúcar y otra de sal. ¿Cuánto tiempo? Aunque lo suyo sería dejarlo unas 6 horas o más macerando, si vamos con prisa y está menos tiempo también quedará rico.
Cocemos la pasta que hayamos elegido para la receta. Unos fideos finos son perfectos, aunque en nuestro caso unos tagliatelle también han aguantado perfectamente el tipo. La enfriamos con agua y reservamos.
Ahora sólo queda combinar los ingredientes: la rúcula y los tomatitos lavados y cortados -que sean maduros y ricos, que estamos en temporada-, el pepino macerado y las virutas de bonito seco (katsuobushi). La verdad es que le da mucha gracia a la receta, pero si no encontramos no pasa nada, incluso podemos sustituirlo por algún pescado en salazón (mojama…) que podemos rallar o trocear.
Aliñamos nuestra pasta fría con un poco de aceite de oliva, vinagre de arroz -podemos usar el mismo con el que se ha macerado el pepino, que tendrá un estupendo toque dulce- y sal. Para terminar, unas semillas de sésamo y cilantro fresco picado.
La combinación perfecta para ser uno de los platos estrella de este verano. En casa o para llevárselo por ahí, claro.
Es un plato super apetecible para esta época de verano.
Además de sano y equilibrado se pueden hacer tantas combinaciones como se quiera sin perder la esencia del plato.
Me apunto la receta!