Tosta de escalivada y sardinas

Menos es más. Esta máxima atribuída a Coco Chanel, o a Mies Van der Rohe -según para quién- se puede aplicar también a la cocina. Hay platos que con su humildad y sencillez funcionan de maravilla.

Por ejemplo, una escalivada. Pimiento, berenjena, patata y cebolla asados al horno. Este típico plato catalán está de escándalo así tal cual, aliñado tan solo con una gotas de vinagre y un buen aceite de oliva.

Pero esto no quita que en según qué ocasiones queramos ornamentarlo algo más. Somos conscientes de que el plato original es muy difícil de superar, pero aún así hemos preparado esta tosta de escalivada para ocasiones un poco más especiales.

Le añadimos una base de pan, unas sardinas en conserva -sí, nos ha marcado la idea que robamos en Oporto– y una vinagreta un poco más elaborada. Esto y un buen enplatado es suficiente para quedar de miedo con nuestro invitados. Tomen nota.

Ingredientes (para 4 personas):

• 3 pimientos rojos
• 2 berenjenas grandes
• 4 patatas pequeñas
• Una masa de pizza (casera o de súper)
• Dos latas de sardinillas en aceite
• Una cucharada de alcaparras en vinagre
• Aceitunas negras
• Aceite a la menta
• Orégano seco

Preparación:

Es una buena idea tener la primera parte, la escalivada, preparada de antemano, incluso del día anterior. Para ello ponemos los pimientos, berenjenas y las patatas envueltas en papel de aluminio al horno a 220 grados hasta que estén asados. Cuando se hayan enfríado, pelamos y cortamos a tiras los pimientos y las berenjenas y pelamos las patatas enteras.

En el momento de preparar el plato estiramos la masa de pizza -o la sacamos del envase en caso de que la hayamos comprado-, cortamos unos rectángulos y los pincelamos con una mezcla de aceite y orégano. Metemos la masa en el horno hasta que esté hecha y crujiente.

Sobre las tostas ponemos unas tiras de berenjena. Encima la patata cortada a rodajas no muy gruesas. Encima metemos el pimiento a tiras y coronamos con unas sardinillas en aceite.

Preparamos la vinagreta con las alcaparras -podemos machacar algunas-, las aceitunas cortadas a láminas y el aceite de menta. Nosotros seguimos en su momento la receta de Mikel Iturriaga y tenemos en casa un bote a mano.

Si no es el caso, es obvio que no dispondremos de suficiente tiempo para prepararlo. Para solventarlo tenemos dos opciones: ir a comprar alguno ya preparado en el supermercado -si lo encontramos- o preparar uno exprés. Se puede hacer escaldando unas hojas de menta y triturándolas con abundante aceite de oliva. Con esto tendremos un aliño algo más verde. Si está demasiado fuerte de sabor podemos meter tan solo un poco en la vinagreta y utilizar el resto de aceite de oliva normal.

Con esto tenemos otra forma de presentar un plato muy sencillo. No parece el mismo pero está casi igual de bueno.