Aunque ya hay en el mercado diversos productos que se comercializan como mieles veganas, en realidad son endulzantes de origen vegetal con aspecto y textura similar a la miel pero que no consiguen imitar su sabor ni propiedades.
Un momento, ¿la miel no es vegana? Pues no. O al menos es un tema de debate entre la comunidad vegana, aunque en general se considera que al utilizarse animales para su producción no es un alimento vegano.
Así que en plena euforia del plant based, la empresa californiana MeliBio ha presentado recientemente su miel hecha sin abejas. Habrá que ver si puede llamarse legalmente miel o tocará el mismo debate que con la carne o la leche, pero el caso es que esta miel vegetal -suena raro, sí- promete ser indistinguible de la miel de abejas.
Y quienes la han probado lo confirman. Nada que ver con un sirope de agave o edulcorantes similares, esto parece y sabe como miel, aseguran.
Según explican sus creadores, la clave está en combinar técnicas de fermentación y “biología sintética” para realizar un proceso similar al que las abejas hacen con el polen para convertirlo en miel.
La gran diferencia es que las abejas salen de la ecuación. Con ello, esta miel no solo se convierte en vegana, sino que abandera la sostenibilidad y la protección de estos animales que siempre se citan como claves para la conservación de los ecosistemas.
Tampoco falta en el discurso el clásico reclamo sobre las propiedades de la miel. La de abejas y esta nueva, que también proponen como superalimento. No obstante, nunca está de más recordar que esas propiedades suelen ser cuestionadas por los nutricionistas, que recuerdan que la cantidad de miel que habría que comer para que se notara ese aporte tendría que ser tan alta que sencillamente no compensa.
Pero volviendo a MeliBio, estará disponible a finales de año, pero sobre todo enfocado al mercado de la industria alimentaria, donde se usa mucho la miel para endulzar y dar sabor. Esta se plantea, claro, como una alternativa para productos veganos.
El proyecto ha salido adelante con una ronda de financiación de 850.000 dólares, así que parece evidente que hay mucho interés por un producto así. No hay que olvidar que, más allá del discurso medioambiental y de protección animal, el mercado de la miel mueve a día de hoy 9.000 millones de dólares.
Ahora habrá que crear cientos de miles de nanodrones que puedan polinizar por si las abejas fallan. El peligro es que se creen también moscas o mosquitos con nanocámaras que se metan en la casa y graben todo, superando entonces la privacidad que ofrecen muros y paredes. La de hipocresías que iban a saltar por los aires.
Y los secretos de estado quedarían en nada. Mundo feliz.
A nivel legal no hay duda, actualmente no puede llamarse miel (si se cambia la ley ya es otro tema):
El Reglamento (CE) n° 853/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, por el que se establecen normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal, define a la miel como producto de origen animal.
Además, según la Directiva 2001/110/CE del Consejo de 20 de diciembre de 2001 relativa a la miel, la miel tiene la definición siguiente:
«La miel es la sustancia natural dulce producida por la abeja Apis mellifera a partir del néctar de plantas o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores presentes en las partes vivas de plantas, que las abejas recolectan, transforman combinándolas con sustancias específicas propias, depositan, deshidratan, almacenan y dejan en colmenas para que madure.»
Digo lo mismo que con la leche (y yogur, queso, kéfir, etc.): Todos a usar el nombre «miel» para la miel vegana, hasta que tengan que aceptarlo por ser tradicion, como ya pasa con la leche de almendras. Así, usando las mismas palabras, reemplazamos los viejos conceptos cárnicos por los nuevos veganos.
No, me parece que se denomine miel vegana, eso es dulce vegano, ya que miel es lo que elaboran las abejas con el nectar libado de las flores, saludos apicultora Pircana