Siguiendo con los higos, y para aprovechar la mermelada que hicimos hace unos días, hemos preparado estas galletas que están realmente buenas y van de maravilla para picotear algo a media tarde o acompañar un buen café.
La masa de estas galletas es la misma que la de las clásicas pastas de té o galletas de mantequilla. Las hemos rellenado con mermelada casera de higos aunque, por supuesto, podemos usar mermelada industrial de higos o de cualquier otra fruta (con la de higos quedan especialmente bien).
Son muy fáciles de hacer. Podemos incluso pedirles a los peques de la casa que nos ayuden a preparar la masa. Aguantarán muy bien unos días si las conservamos en una caja metálica o en un tarro de cristal. Eso si es que sobra alguna.
Ingredientes
- 210 g de harina de trigo
- 100 g de mantequilla (textura pomada)
- 100 g de mermelada de higo
- 1 huevo
- 5 g de canela en polvo
- 80 g de azúcar
- Una pizca de sal
Elaboración
- Mezclamos la mantequilla con el azúcar.
- Añadimos el huevo y mezclamos bien con una varilla o un tenedor.
- Poco a poco vamos añadiendo la harina.
- Incorporamos la sal y la canela a la masa, y mezclamos hasta integrar todos los ingredientes. Cuando ya no podamos mezclar con la varilla, seguimos con las manos limpias.
- Tenemos que conseguir una masa homogénea que prácticamente no se pegue en los dedos. Si no lo conseguimos, añadimos un poquito más de harina.
- Cuando la masa esté lista, la dividimos y formamos dos bolas con ella.
- Envolvemos cada bola en papel film y las dejamos reposar un par de horas en el frigorífico.
- Pasado el reposo, sacamos la masa del frigorífico y precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.
- Quitamos el film de una bola y la ponemos sobre una hoja de papel vegetal.
- Aplastamos la masa con las manos y colocamos encima otra hoja de papel vegetal.
- Alisamos con un rodillo y damos forma de rectángulo.
- Quitamos el papel superior. Cortamos los bordes con un cuchillo para que queden rectos.
- Repartimos la mitad de la mermelada en la parte central del rectángulo, sin pasarnos, para que no desborde al doblar.
- Doblamos la masa hacia dentro desde un extremo y desde el otro.
- Unimos ambos extremos de masa pinzando con los dedos. Le damos la vuelta para que el pliegue quede en la parte inferior.
- Repetimos el mismo proceso con la otra porción bola.
- Ponemos ambas porciones en la bandeja del horno sobre papel vegetal y con el pliegue hacia abajo.
- Horneamos 15 minutos, vigilando que la masa no se queme.
- Sacamos del horno y dejamos templar. Aunque la masa parezca blanda, endurecerá al cabo de unos minutos.
- Antes de que endurezca del todo, cortamos porciones de galleta de unos 2 cm de ancho y dejamos que acaben de enfriarse antes de servir.