Jitterbugs (galletas de chocolate y merengue)

galetes

De Ikea se puede salir habiendo redecorado tu vida o habiendo discutido a grito pelado con la pareja en medio de la sección de baños. Pero sin duda, si nos interesa mínimamente la comida, seguro que no nos vamos de allí sin haber pasado por el minisupermercado de comida sueca. Con la excusa de descubrir nuevos productos y sabores acabaremos saliendo con una bolsa de albóndigas, un paquete de salmón ahumado y alguna que otra salsa de nombre impronunciable.

La prueba de que no somos los únicos aficionados a descubrir «joyas» de la gastronomía nórdica, es que se ha potenciado cada vez más este apartado. Por ejemplo, ya existe una buena colección de recetarios made in Ikea para aventurarnos con la cocina sueca. Como este Fika -en sueco, pausa para el café y un pequeño refrigerio- un recetario de dulces al horno que nos agenciamos en la última visita.

Así que una tarde especialmente marujil nos atrevimos con estas jitterbugs, o sea galletas de mantequilla y chocolate con un relleno de merengue. Necesitan algo de tiempo para prepararlas pero tienen infinitamente menos dificultad que interpretar las instrucciones de una Expedit. Y el resultado es mucho más reconfortante.

Ingredientes

  • 225 ml. / 140 gr. de harina (corriente)
  • 50 ml. / 25 gr. de cacao en polvo
  • 100 gr. de mantequilla
  • 50 ml. / 45 gr. de azúcar
  • Media yema de huevo (la clara es para el merengue)
  • Una pizca de sal

Para el merengue

  • Una clara de huevo
  • 100 ml. / 90 gr. de azúcar fino
  • Esencia de naranja (opcional)

Preparación

Empezamos por la masa, que deberá reposar una hora en el frigorífico. Lo primero es tamizar la harina y el cacao todo junto. Añadimos la mantequilla cortada en dados pequeños, el azúcar, la sal -para potenciar el sabor- y media yema de huevo. La clara que habremos separado del huevo nos va a servir para el relleno de merengue.

massa

Con las manos vamos mezclando los ingredientes. Aunque en un inicio nos va a parecer que la mantequilla y el huevo no van a absorber toda la harina, al final funciona. Vamos insistiendo hasta que estén todos los ingredientes bien incorporados y tengamos una masa uniforme. Hacemos una bola, la envolvemos en papel film y dejamos en el frigorífico como mínimo una hora.

Una vez reposada, ponemos la masa entre dos papeles film y estiramos con un rodillo hasta tener un rectángulo de aproximadamente 15 x 30 cm.

Vamos a por el merengue. Montamos la clara hasta que esté a punto de nieve. Hacia la mitad del proceso empezamos a añadir el azúcar, incorporándolo poco a poco, mientras seguimos batiendo. Hacia el final podemos añadir dos gotas de esencia de naranja para dar un sabor algo distinto al merengue. Es totalmente opcional.

Quitamos el papel film de encima de la masa y extendemos el merengue dejando algo de margen en los laterales. Con la ayuda del film de la base enrollamos la masa -a lo largo- como si fuera un brazo de gitano, sin apretar mucho o el merengue saldrá por todas partes.

Envolvemos bien el rollo de galleta con el film y dejamos que repose 15 minutos más en la nevera. Mientras tanto calentamos el horno a 175º con calor arriba y abajo.

Sacamos el rollo de la nevera y con un cuchillo afilado cortamos porciones de aproximadamente un centímetro de grosor. Con cuidado para que se pierda la mínima cantidad posible de merengue, las colocamos en una bandeja de horno con papel de horno o silpad. Horneamos durante 10-12 minutos.

horno

Tenemos unas galletas bien bonicas y ricas, ideales para la hora del té, para acompañar un café, o para llevar a la abuela y demostrar que nosotros también sabemos hornear. ¿Que no va con vosotros esto de la hora del té? Pues una merienda con estas jitterbugs -pronunciar con mucha intención- no puede ser más hipster.

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