Es momento de empezar a asumirlo: la Navidad está a la vuelta de la esquina. Incluso las luces están ya encendidas en algunas ciudades, así que esa es la señal definitiva de que ya podemos empezar a pensar y cocinar cosas ricas y con un toque navideño.
En realidad, los bollos especiados con canela y pistacho que preparamos hoy son casi tan otoñales como invernales y, además, como congelados aguantan muy bien, podemos ir practicando y guardar unos cuantos para las meriendas de Navidad.
Todo un clásico de la temporada que es mucho más sencillo de preparar de lo que igual crees. En este caso, además, hemos adaptado la receta para que sea vegana y apta para todos los públicos.
Ingredientes
- 450 gr. de harina de espelta o de trigo semi integral
- 6 gr. de levadura de panadería instantánea
- 80 gr. de panela (o azúcar moreno)
- 7 gr. de sal no refinada
- 100 gr. de margarina vegetal (no hidrogenada)
- 1 cucharada de algún té de Navidad (roiibos aromatizado de pan de especias, por ejemplo)
- 1 anís estrellado
- Cáscara de mandarina
- 250/300 ml. (dependiendo de lo que absorba la harina que utilicéis) de leche de soja
Para el relleno de los bollitos
- Un tercio de taza de panela
- 1 cucharada de canela
- Media taza de pasas remojadas en agua, en zumo de naranja o en algún licor que nos guste
- Media taza de pistachos tostados y picados
Preparación
En un bol ponemos la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Por otro lado, pesamos la margarina y la mantenemos a temperatura ambiente. En la leche de soja infusionamos el té de Navidad y lo dejamos enfriar.
Cuando la infusión esté tibia, mezclamos en el bol de la harina la leche infusionada y la margarina, y amasamos a mano durante unos 15 minutos hasta que consigamos una masa tersa y un poco pegajosa, pero manejable. Formamos una bola y la dejamos fermentar hasta que doble de volumen. Dependiendo de la temperatura, serán más o menos 2 o 3 horas.
Pasado este tiempo, aceitamos la base de la mesa donde vamos a estirar la masa, y la estiramos con un rodillo en forma rectangular. Echamos el relleno de los bollitos (pasas, pistachos picados, azúcar y canela), la enrollamos como si fuera un brazo de gitano y luego hacemos las porciones con un grosor de dos o tres dedos.
Las colocamos sobre una bandeja de horno con papel encerado, dejando entre ellas unos dos o tres dedos de separación. Después tapamos nuestros bollos con papel film y volvemos a dejarlos reposar entre 75 y 90 minutos, o bien hasta que casi hayan doblado su volumen.
Ponemos una cucharadita de margarina sobre cada bollito y espolvoreamos sobre ellos un poco de panela.
Precalentamos el horno a 175 grados y, cuando esté caliente, los horneamos 30-35 minutos hasta que estén dorados. Cuando estén totalmente fríos se pueden congelar para tomarlos en otra ocasión. Quedan deliciosos si los calentamos un momento en el horno antes de tomarlos.
