Huevos benedict y huevos florentine, el brunch perfecto

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¿Hay mejor plan para una mañana festiva que preparar un desayuno de campeonato? Dicho así igual suena poco sofisticado pero si hablamos de un brunch -ese desayuno tardío que es ya comida- y unos huevos benedict ya parece otra cosa. Ese es precisamente nuestro plan para hoy: aprender a preparar esta popular receta de huevos con salsa holandesa. Y ya que nos ponemos, incluso podemos hacer una segunda versión: los huevos florentine.

El único misterio de este plato es la salsa holandesa que, en realidad, es muy fácil de preparar por mucho que algunas recetas que se leen por ahí parezcan física cuántica. Para entendernos, se trata de una mahonesa en la que sustituimos el aceite por mantequilla clarificada. Y para que veáis lo sencillo que es preparar un brunch de película os lo explicamos en vídeo. Sólo tenéis que añadir buena lectura y compañía, café y un cóctel mimosa (cava con zumo de naranja) para rematar la mañana perfecta.

Ingredientes (para 2 huevos)

Para la salsa holandesa

  • 3 yemas de huevo
  • 150 gr. de mantequilla
  • Vino blanco (o zumo de medio limón)
  • Sal y pimienta

Para los huevos benedict

  • 2 huevos
  • Espinacas
  • 2 patatas
  • Sal, pimienta, romero, aceite…

Preparación

Empezamos preparando la mantequilla clarificada para la salsa holandesa. Para ello sólo hay que calentar la mantequilla -al baño maría, directamente en cazuela o microondas- a temperatura muy suave y dejando que se separe la grasa, que es lo que usaremos. Mientras se va derritiendo, y sin remover en ningún momento, vamos desespumando para que quede lo más limpia posible.

Batimos las yemas de los huevos a velocidad lenta y añadimos después poco a poco esta parte líquida de la mantequilla para que se vaya montando la salsa exactamente igual que en la mahonesa. Aunque por ahí se insiste mucho en que se corta con facilidad, a nosotros -que tampoco somos ingenieros- nos salió a la primera así que, en serio, es muy fácil. Cuando esté ya montada añadimos un poco de vino blanco -versión de Arguiñano- o zumo de medio limón, sal y pimienta.

Con la salsa ya lista es el momento de preparar los huevos. El sistema tradicional de escalfar los huevos (en una cazuela con agua y vinagre) nos parece un poco engorroso y con posibilidades de que no nos salga, así que vamos con un par de métodos alternativos: usando uno de esos recipientes de silicona de Lekue o, en plan más artesanal, con un bol, papel transparente y algo de maña.

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Ponemos en una cazuela con agua hirviendo estas dos versiones. Con el film transparente el huevo poché estará listo en unos 5 minutos, mientras que en el recipiente de silicona necesitará un poco más. La idea es que la clara quede cuajada y la yema por dentro líquida.

Para los huevos florentine necesitaremos también unas espinacas que habremos limpiado y salteado unos minutos en la sartén con sal, pimienta y un poco de aceite. Además, para acompañar, hemos preparado unas patatas en plan rústico: las pelamos (o no), partimos en dados, cocemos al vapor y rematamos en la sartén a fuego fuerte con pimienta, romero y sal.

Con todos los ingredientes listos sólo falta montar el plato. Normalmente se hace con un muffin partido por la mitad, pero si tenemos cualquier otro pan por casa nos servirá. Lo tostamos un poco, salsa holandesa y el huevo pochado. La versión florentine es exactamente igual pero colocando una base de espinacas.

Si somos un poco apañados y tenemos listas las patatas y las espinacas, en poco más de media hora podemos tener preparado este brunch espectacular y ser -con razón- los héroes del día.

8 COMENTARIOS

  1. Los huevos benedict llevan beicon no espinacas… haced lo que os salga del coño… pero esta receta está mal, en todo caso sería para los huevos a la florentina…

  2. Que bien quedaría la palabra «almuerzo» en un articulo en castellano.

    Por otra parte, que la salsa holandesa no es dificil… no es dificil hacerla bien. La de la foto, por ejemplo, esta cortada. Zona izquierda de la tostada, entre el huevo escalfado y la misma, no estan emulsionados la grasa y el huevo.
    Si quieres hacer el huevo escalfado perfecto hazlo a baja temperatura, 65ºC.

  3. Los comentarios anteriores sobre todo el primero que se den un viaje por el desierto y que se pierdan …nos darían una alegría.
    Vuestro blog lo sigo y los vídeos que hacéis me parecen interesantes.
    Os animo a seguir!

  4. Los huevos a la Benedict, están, sencillamente, buenísimos. Si además le rallas trufa negra fresca por encima te quedan redondos. Nunca mejor dicho. 🙂

  5. ¿Brunch, benedict, florentine?… ¿No sería mejor decir entremés (no almuerzo), benedicto y florentina?

    La tontera anglófila inacabable… Por lo demás, se me han quitado las ganas de seguir leyendo y de comerme la receta.

  6. Mansel pero que ser humano tan amargo!!! Deja de ser tan gruñón y vive la vida!! Personas como tú quitan las ganas de comer… asombroso como alguien se amarga la vida porque una buena persona como Íker Morán nos da una receta..

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