Ya en verano del año pasado el menú del día apuntaba maneras como una de las víctimas gastronómicas del confinamiento y la pandemia. De hecho, alguna audaz asociación de hosteleros llegó a una brillante conclusión: el teletrabajo estaba acabando con los menús del mediodía, así que había que acabar con el teletrabajo. A la lista de ideas que envejecerán bastante mal en la hemeroteca.
Ahora, un reciente estudio publicado por AECOC Shopperview confirma que aquel descenso en el consumo de menús del día en bares y restaurantes no era algo puntual, sino un cambio que ha llegado para quedarse. Según los datos de este informe titulado Los momentos de consumo dentro y fuera del hogar, la demanda ha caído una tercera parte desde antes de la pandemia hasta ahora.
Concretamente, del 33% de clientes diarios que tenía esta popular fórmula a la hora de comer, ahora solo el 22% asegura seguir apostando por ello.
¿Consecuencia lógica del teletrabajo? Sí, pero no tanto porque, en realidad, el 66% sigue trabajando de forma presencial, frente al 12% que ya nunca pisa la oficina o el que era su lugar habitual de trabajo. Es decir, aquí hay una gran dosis de cambio de hábitos de consumo y también una clara apuesta por la contención del gasto.
Especialmente interesante resulta el crecimiento en la compra de platos ya preparados en el supermercado. Basta darse una paseo por cualquier lineal para darse cuenta de que la oferta no para de crecer.
Más de un 35% de las personas consultadas compra este tipo de productos para resolver la comida del mediodía en casa o en el trabajo al menos una vez por semana, y la cuarta parte también ha sucumbido a los encantos de la comida a domicilio.
¿Pero no habíamos quedado que tras el confinamiento íbamos a cocinar más? Pues sí, parece que algo de eso queda porque el 80% asegura preparar en casa la comida de mediodía casi cada día y haber aumentado el gasto en la cesta de la compra por este motivo.