¿Cansados de las copas de champán tradicionales que no te permiten beberlo tan rápido como te gustaría, para llegar a las uvas ya contento? Pues por fin alguien se ha tomado la molestia de diseñar una nueva copa que no sólo va a cambiar la forma en la que brindamos o bebemos en Nochevieja o cualquier otra fiesta señalada, sino también el futuro mismo de la relación de la humanidad con el alcohol con burbujas: la copa Chambong.
¿Pero qué invento absurdo es éste?, se preguntará la mayoría ante un artilugio que a primera vista parece el hijo bastardo de una copa de champán y un porrón. Pues no se trata de una inocentada con retraso, sino de un producto real y, por cierto, nada barato: cada copa se vende por 25 dólares o, si queremos la pareja, podemos conseguirla por 40 a través de la tienda on-line.
Fabricada en cristal y diseñada para dar mucho glamour a cualquier fiesta, la idea es cambiar la forma habitual de beber champán o espumosos. Nada de poco a poco, disfrutando con cada sorbo. Estamos de fiesta y la idea es trincarse la copa de una sola vez. Aunque para eso no hace falta nada especial, la copa Chambong le da un punto de diversión y estilo al asunto -o eso aseguran sus creadores- añadiendo un tubo alargado y en forma de L al diseño tradicional para facilitar así la tarea.
Además de conseguir acabarse antes la botella -seguro que los fabricantes están encantados- por lo visto, esta forma de beber también afecta más. Desde la compañía lo recuerdan con un aviso, que no está muy claro si es una advertencia para no pasarse o más bien una promesa de mucho jolgorio y diversión.
«El uso de la copa Chambong puede provocar que el nivel de alcohol en sangre o intoxicación sea mayor que el provocado por la misma cantidad de champán ingerido usando otra copa», recuerdan. Vaya, el «cuidado con los chupitos» de toda la vida, pero mejor explicado y con esa elegancia que el champán le da a todo.
Aunque no falta el típico discurso de emprendedores, el tono fiestero del asunto queda bastante claro. «No estábamos satisfechos con la actual experiencia de beber champán, así que decidimos lleva un paso más allá los límites de la ciencia de la fiesta», explican los inventores de Chambong.
De hecho, según relatan ellos mismos, todo empezó en la Super Bowl -la famosa final de fútbol americano, un gran acontecimiento en los Estados Unidos- cuando quisieron inventar un aparato para fumar una gran cantidad de canabis pero resultó ser inviable para su uso original. De esa idea y esa forma, surgió la copa más original y surrealista para beber champán que, ahora que lo dicen, también recuerda a una pipa.
¿Se pondrá de moda y estaremos el próximo año todos con una copa como esta celebrando la Nochevieja? Cuesta imaginarlo, aunque también nos reíamos del dichoso palo de selfies y mira. En cualquier caso, para brindar esta noche por ese 2016 que empieza, igual mejor una copa de las de toda la vida.
Mas que beber champagne parece que estan fumando crack.
Así a botepronto, se me ocurre rellenarla con algo verdaderamente embriagador: «Eau d´ourine de la Moncloe» …allez enfants de la patrie.
¿Y como narices se sostiene en una mesa?
Bueno claro si según la llenas te lo trincas…. tumbada y santas pascuas.
¿Y eso para qué, para ponerte cieg@ más rápido?
Cuántas gilipolleces.
Para beber asi, bebo a morro que tiene mas estilo.
Le agradezco, porque me encontré justo lo que estaba buscando. Usted ha terminaste mis cuatro día la caza! Dios los bendiga hombre. Que tengas un buen día. Adiós