7 vinos diferentes (y de precios ajustados) para una Navidad distinta

Si necesitabas una excusa para descorchar vinos diferentes, este 2020 nos ha dado buenos argumentos para salirnos un poco del guión. Va a ser una Navidad un poco rara, así que hemos pensado que un maridaje distinto puede ser una buena manera de celebrarlo.

Variedades de uva diferentes, regiones que igual no tienes fichadas, algún vino dulce y, por supuesto, nuestros cada vez más amados generosos del Marco de Jerez conforman esta selección de 7 vinos que hemos probado últimamente y nos han encantado. Además, todos se mueven en unos precios más que correctos.

Gargalo Mencía & Arauxa 2019

Empezamos fuertes con una rareza por triplicado: un vino del diseñador Roberto Verino, de la pequeña y desconocida DO Monterrei (Orense) y, encima, con una variedad de uva (arauxa) que tampoco teníamos fichada. Al menos hasta que hemos descubierto que es así como se conoce por aquí a la tempranillo.

Por suerte, la firma ilustre de esta casa que gestiona Bodegas Riojanas no implica pagar más por menos. Todo lo contrario, porque los menos de 12 euros que cuesta nos parecen más que razonables para este interesante tinto atlántico que, por cierto, es preferible servir tirando a fresco.

Dos, Rafael Cambra

De Orense a Valencia, otra zona vitivinícola que no siempre figura en todos los mapas. Vinos con fama de potentes pero donde también es posible encontrar cosas muy interesantes y a un precio de lo más competitivo. La bodega Rafael Cambra y este Dos son un excelente ejemplo.

Un vino de altura (más de 600 metros, mucho para la zona), intenso y elegante, fruto de la combinación de tres de las variedades más características de la región: monastrell, cabernet sauvignon y cabernet franc. Un excelente vino a un gran precio (se encuentra por menos de 10€) de uno de los pioneros en apostar por los vinos de calidad en Valencia, hace nada menos que 20 años.

Tokaji Disznókó Édes Szamorodni

No hace falta que te aprendas el nombre. Ni siquiera que sepas pronunciarlo. Solo un par de datos: Tokaj, en Hungría, es considerada la primera DO del mundo, y de aquí vienen los Tokaji (de Tokaj, en húngaro) algunos de los vinos dulces más prestigiosos del mundo. Este Édes Szamorodni de la bodega Disznókó se presenta con un perfil muy suave y floral, aunque con el paso del tiempo desarrollará matices más complejos.

¿Para los postres? No, qué manía. Los vinos dulces se llevan con muchos platos mejor que con los postres. Para los entrantes, con quesos o paté, por ejemplo, es un recurso de lo más original. Y el precio no asusta: menos de 24 euros.

Calixto Bolosea

Descubrimiento por partida doble: la variedad rufete y los vinos que se elaboran en la DO Sierra de Salamanca. Este Calixto Bolosea de Bodegas Rochal es el primero que probamos y, aunque nos acercamos a él con algo de desconfianza al ser un monovarietal de una uva poco conocida fuera de la zona, la verdad es que ha sido una más que grata sorpresa.

Un vino fresco, con una buena acidez y un ligero toque de madera -de su paso por barrica durante 8 meses- que le da algo de estructura al asunto, pero sin renunciar a la facilidad de beber. Por los 12 euros que cuesta, es una gran apuesta para quienes buscan cosas diferentes pero, sobre todo, que estén ricas.

Sauternes Violet Lamothe

Volvemos a cruzar la frontera para, de nuevo, descubrir otro vino dulce de una región muy conocida por este tipo de referencias: Sauternes, en el sur de la región de Burdeos. Este Violet Lamothe es un vino muy delicado y elegante en el que, quienes quieran marcarse un tanto, pueden asegurar que detectan aromas de acacia.

Una botella (sale por unos 25 euros) y una tabla de quesos y ya tienes media Navidad resuelta con mucho estilo y sin gastar mucho.

Capricho de Sousón

Volvemos a Galicia, a una bodega que tuvimos la oportunidad de visitar hace unos años en la maravillosa Ribeira Sacra: Ponte da Boga. Este Capricho de Sousón represente muy bien la inquietud de esta casa a la hora de investigar y potenciar variedades ancestrales de la zona y prácticamente desparecidas, como esta sousón.

Un tinto atlántico -¿se nota que nos gustan?- de producción escasa, oscuro, complejo y profundo. De esos que destilan personalidad sin complejos pero a la vez gusta beber. Cuesta unos 26 euros.

Tío Pepe Dos Palmas

Y terminamos, como no, con un generoso del Marco de Jerez. Y no uno cualquiera, sino con la cita anual con las Palmas de Tío Pepe que, en este 2020, cumple la décima edición de esta saga. La colección completa Palmas 2020 (cuatro botellas) es un capricho que, quien pueda permitírselo -cuatro botellas por unos 200 euros- merece la pena.

Pero este Dos Palmas sale por unos 24 euros, es un fino espectacular y muy exclusivo, del que solo salen al mercado 2.000 botellas. Con 8 años de crianza y una gran elegancia, será el compañero ideal de un poco de jamón.

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