Una forma diferente de preparar el té

El maltrato general que en España se le da al té es para muchos una forma de venganza por el terrorismo gastronómico británico hacia la cocina española. Bromas y guerras al margen, lo cierto es que por aquí, ni la calidad del agua ni la temperatura ni el tiempo de infusión son detalles que en general se cuiden demasiado. Y claro, luego el té sale regular.

¿Prepararlo es demasiado complicado? Posiblemente ese no es el problema, pero para quienes lo crean así, la compañía Matcha & Co ha lanzado una nueva gama de tés solubles. Efectivamente, eso ya existía. De hecho, como el propio nombre de la marca permite adivinar, están especializados en té matcha, que se presenta siempre en este formato y listo para preparar con agua o con leche.

Pero, para el resto de tés, hasta ahora las versiones solubles parecían reservadas para los preparados en frío y, en la mayoría de los casos, sin muchas pretensiones de calidad.

Hasta ahora, porque estos tés en polvo de Matcha & CO le dan una vuelta a clásicos como el english breakfast, el earl grey o el rooibos.

Se presentan en varios tamaños (a partir de 30 gramos por unos 10 euros), y prepararlos es tan fácil como seguir las instrucciones correspondientes sobre la temperatura del agua, añadir la cantidad indicada, remover y listo. Por aquello de hacerlo más bonito si tenemos invitados, se puede usar el típico batidor de bambú que se usa para el matcha pero, según nos explican, con una cucharilla también sirve.

Hemos podido probar el english breakfast y confesamos que seríamos incapaces de distinguirlo de un té infusionado de forma convencional (en hojas o bolsita) de cierta calidad. Hemos repetido experimento con alguien más aficionado al té, y ha dado su visto bueno en versión con agua y, más british, con un poco de leche.

Pero más allá de la novedad y esa relativa comodidad, ¿qué ventajas aporta? Desde la marca aseguran que el molido de las hojas y al hacerlo soluble hace que aumente la presencia de ciertas sustancias antioxidantes que incorpora y su absorción. Interesante, pero por aquí somos de coger siempre con pinzas las propiedades de superfood que se atribuyen a alimentos y bebidas.

Más interesante puede ser el discurso sobre los microplásticos. Y es que algunos estudios han detectado la presencia de estas sustancias en las infusiones realizadas con las tradicionales bolsitas.

Curiosamente, más en las de gama premium o de formato pirámide que usan sustancias para el sellado que en las más económicas, hechas solo con papel. De nuevo, no son estudios concluyentes ni se trata de generar alarmismo, pero es un tema que puede tener cierto recorrido y sobre el que merece la pena estar atento.

Otra ventaja que se destaca menos: sin bolsitas ni pirámides ni nada se genera un residuo menos. Por supuesto que se pueden infusionar las hojas sin necesidad de bolsitas, pero es algo que no ocurre en la mayoría de los casos, con lo que esta versión soluble puede servir para eliminar de la ecuación un envase. O muchos.

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