El verano ya está aquí. Y aunque es verdad que los calores estivales a muchos les quitan las ganas de cocinar, lo que está claro es que el hambre de cosas ricas no se pasa. ¿La solución? Recetas especialmente sencillas y platos con un punto refrescante y veraniego.
La receta de hoy cumple a la perfección estas dos condiciones. No hace falta ni encender el fuego, y la mezcla de sandía y tomate es un éxito asegurado. Cortado y servido a modo de tartar -pero en versión vegetariana- y acompañado de una salsa de aguacate y una crema de chile y albahaca, este plato es verano puro.
Ingredientes
- 3 tomates tipo pera
- 1 rodaja de sandía grande y bien madura
- 1 diente de ajo
- 1 cebolleta
- 2 chiles verdes
- Salsa de soja (1 cucharada y media)
- Vinagre de manzana (1 cucharada)
- Alcaparras (2 cucharadas soperas)
- Tabasco
- Pimienta negra
Pelamos y quitamos las semillas del tomate, y lo picamos en dados pequeños. Para pelarlos, como siempre, se pueden escaldar un minuto en agua hirviendo, o bien en frío con un cuchillo y un poco de maña. Picamos la sandía en dados del mismo tamaño, ajustando la misma cantidad de fruta y de tomate.
Mezclamos el resto de ingredientes (salsa de soja, vinagre, alcaparras, ajo, cebolla y chiles picados) y dejamos macerar el tomate y la sandía por lo menos un par de horas. Pasado este tiempo -si se queda toda la mañana tampoco pasa nada- escurrimos bien con un colador. Sin prisa, que esté una media hora para que suelte bien todo el agua y líquidos.
Probamos y corregimos el punto de sal si hace falta -la soja ya aporta mucha sal- y añadimos tabasco y pimienta al gusto. Terminamos con un poco de aceite de oliva virgen extra por encima.
Para acompañar este tartar prepararemos también un poco de pepino encurtido. Es muy fácil: con la ayuda de una mandolina o con un pelapatatas se cortan rodajas finas de pepino, y se deja macerando con una cucharada y media de vinagre de manzana, una cucharada de sirope de agave y una pizca de sal. Dejamos reposar en la nevera durante unas cuantas horas.
Además, serviremos el tartar con dos salsas sencillas de preparar pero muy originales.
Labne de soja con chile y albahaca
- 2 yogures de soja
- Zumo de medio limón
- Ralladura de medio limón
- 7-8 hojas de albahaca picadas
- 1 chile verde picado
- Sal
Mezclamos todos los ingredientes y, en un colador fino, lo dejamos colando de un día para otro sobre un cuenco para que suelte el suero. Si además del colador usamos un paño muy fino -igual que se hace con los quesos- quedará mejor.
El resultado es parecido a un queso crema que, además, podemos personalizar con los ingredientes y sabores que más nos apetezca, como en este caso con el chile y la albahaca.
Emulsión de aguacate
- 1 aguacate
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de zumo de limón
- 3 cucharadas de agua
- 2 cucharadas grandes de yogur de soja
- Sal
Emulsionamos todos los ingredientes excepto el yogurt de soja. Cuando tengamos la mezcla de aguacate, le añadimos el yogur y lo mezclamos con unas varillas para que no pierda cremosidad.
Servimos el tartar de tomate y sandía sobre un lecho de pepino encurtido. Las dos salsas, por su parte, aportaran la cremosidad que en un tartar tradicional daría la yema de huevo. Y para rematar el plato, podemos acompañar con unas tostadas de pan.
No le llames tartar, es solo una ensalada bonita.
Es su página, su receta, y lo puede llamar plátanos fritos si así le parece x)