Por localización, diseño e historia, el hotel ME London de Melia puede presumir de ser uno de los más deseados de la ciudad. Hemos tenido la suerte de alojarnos allí en varias ocasiones, la última recientemente y tras un largo paréntesis sin visitar la capital inglesa por la pandemia.
Situémonos. Estamos frente al Somerset House (siempre hay exposiciones interesantes por aquí), a un minuto de la zona de teatros, a cinco de Covent Garden y muy cerca del Támesis para cruzar y dar un agradable paseo hasta, por ejemplo, la Tate Modern. Y al British Museum, por cierto, son unos 20 minutos caminando.
Así que la localización de este lujoso y moderno cinco estrellas que ha cumplido ya 10 años es perfecta para movernos por la ciudad y visitar algunos de sus lugares más emblemáticos.
Reformado por el estudio de Norman Foster, estamos en los que fueron los primeros estudios de la BBC y desde donde se realizó la primera transmisión de radio en 1922. Algo que, por cierto, sirve para poner nombre a la terraza del hotel, uno de sus mejores argumentos.
Radio Rooftop
La verdad es que no es fácil competir con el hall del hotel, seguramente uno de los más espectaculares que hemos visto nunca. Una enorme pirámide con vistas al cielo londinense que recibe al huésped. Con una copa de champán de bienvenida además, que siempre hace que todo mejore incluso más.
Recordando nuestra última visita al hoel ME London. Su recepción es de las más espectaculares que hemos visto 😍 pic.twitter.com/USaenODUCT
— La Gulateca (@LaGulateca) May 21, 2023
Pero subamos a la planta más alta del hotel para reencontrarnos con Radio Rooftop. Una terraza con zona cubierta y también al aire libre (si el tiempo lo permite) donde se sirve el estupendo desayuno del hotel, comidas, se puede tomar algo, y también hay un ambiente muy animado a la hora de la cena.

Las vistas son espectaculares e incluso en un día de lluvia como el que nos tocó, resulta un espacio de lo más agradable. A la hora de la cena, la carta juega con una propuesta informal repleta de guiños a platos españoles, configurando una especie de tapeo mediterráneo de cierto nivel.

En total, una decena de propuestas frías y calientes componen la carta, donde no falta el pan con tomate, unas croquetas de cangrejo con salsa romesco o la crema catalana a la hora del postre.
Muy bien conseguidos los calamares fritos, que se acompañan con una mahonesa especiada con ajo y cochujang -una popular salsa coreana-, e interesante el carpaccio de apionabo con castañas encurtidas.