¿Qué son los ‘hard seltzer’? Los refrescos con alcohol que aspiran a ser la nueva moda

Hace ya tiempo que se habla de la moda del sin alcohol y de las bebidas de baja graduación. El consumidor quiere beber menos o, mejor dicho, beber lo mismo o más pero con menos alcohol. Una tendencia que ha llevado a grandes compañías a mover ficha en esta dirección, lanzando vermut sin alcohol o ginebra sin alcohol. También la categoría de cervezas sin alcohol y 0,0 hace ya tiempo que cotiza al alza.

Curiosamente, también se ha dado el movimiento contrario: nuevos productos con alcohol y baja graduación que llegan con un aspecto que recuerda más a los refrescos o incluso al agua con gas que a las bebidas tradicionales. Son los llamados hard seltzer que, tras pegar muy fuerte en Estados Unidos durante los dos últimos años, ahora quieren ponerse de moda también en España.

Coca Cola acaba de estrenar en el mercado nacional Topo Chico, su primera bebida con alcohol. Y a finales del año pasado, Mahou hacía lo mismo con su nueva gama Glowy. Dos gigantes del sector de bebidas apostando por una nueva categoría parece una buena prueba de que hay interés por abrir este mercado y suficientes estudios de que puede ser rentable.

Ambos productos comparten una estética muy desenfadada y juvenil, una graduación por debajo de los 5 grados, y se presentan como agua con gas, aromas naturales y alcohol. Es decir, tienen la misma graduación que una cerveza pero el aspecto de un refresco y un mensaje más o menos claro -decirlo muy claro seguramente no sería legal- de que es hasta saludable: agua, aromas naturales, pocas calorías, poco alcohol…

Confesamos que todavía no hemos podido probarlos, pero el tema no va por ahí, porque casi nos podemos aventurar a decir que están ricos, son refrescantes y les sobra dulzor. Lo que diríamos del 99% de los refrescos, solo que en este caso es una bebida alcohólica.

Es ahí donde radica el problema y las críticas que están recibiendo los hard seltzer. Incluso su nombre es un poco trampa porque, aunque aquí nos suene raro, seltzer pone el acento en la idea de agua con gas, lo que unido a la estética y los sabores de frutas parece dejar lo del alcohol en un detalle menor. No es casual, porque apuntan sin mucho disimulo al público más joven.

La polémica está, nunca mejor dicho, servida. Tampoco falta quienes dudan del éxito de este tipo de bebidas en España, un país muy cervecero y donde el amor por los refrescos es mucho más moderado que en Estados Unidos -allí empezó la moda en 2019 con la marca White Claw– y países como México, donde estos hard selztzer sí están triunfando bastante.

Por ahora, estas bebidas se presentan como la alternativa más fresca para «el aperitivo y el tardeo». Algo que, por cierto, también la sidra lleva años intentando conquistar con un discurso parecido (fruta, burbujas, poco alcohol…) y un éxito más que moderado.