A veces da la sensación de que la utilidad de un alimento es directamente proporcional a lo engorroso que resulte su manejo. Sin ir más lejos, ahí tenemos el omnipresente ajo. ¿Cómo demonios podemos pelarlo sin que a los más finolis nos huelan las manos durante un par de días?
Hay un montón de utensilios para hacerlo sin llegar a tocarlos o para quitar después el olor de los dedos, pero la fórmula que proponen en la revita Saveur -y que descubrimos en el siempre inspirador Noquedanblogs– es seguramente de las más sencillas y contundentes que hemos visto.
Por cierto, si optamos por el método tradicional, para quitar el olor a ajo de las manos nada como colocarlas debajo del grifo y secarlas después pero (aquí está el truco) sin frotarlas en ningún momento. ¡Funciona!
Quizás sirva para pelar ojos, como sugiere una de las etiquetas que has utilizado, pero en lo que a los ajos se refiere me da la impresión de que nos encontramos ante un fake culinario. De todas maneras prometo probarlo….
Mmm… pelar ojos no suena muy apetecible 😉 De momento probaremos lo de los ajos. Tal vez si están bien secos… Gracias por el comentario y por pasarte por aquí.