No, desayunar tarta de chocolate no te ayuda a perder peso

TartaChocolate

Si suena demasiado bien para ser verdad, posiblemente sea porque es mentira. Una ley no escrita que aunque todos conocemos, siempre pensamos que puede tener excepciones. Eso nos pasó el otro día al encontrar en The Telegraph una información de esas que animan la mañana: un estudio asegura que desayunar tarta de chocolate puede ayudar a perder peso. Tal cual.

Leyendo con algo más de detalle, la idea incluso podría llegar a tener cierta lógica. Puestos a comer dulces, la mañana es el mejor momento para hacerlo -hay más horas por delante para quemar ese aporte calórico– y, además, una buena dosis de chocolate para empezar el día saciará las ganas de ponerse a comer chucherías más tarde.

Pero, sin duda, el detalle definitivo para que los más optimistas den por buena la información es que detrás hay un estudio, y eso siempre le da una apariencia científica muy creible. 193 personas diagnosticadas de obesidad se sometieron al experimento -narra el rotativo británico-, con buenos resultados para los que, durante 32 semanas, incluyeron tarta o galletas de chocolate en el desayuno.

¿Abrimos ya la tableta de chocolate y preparamos tarta para desayunar? Mejor comentamos antes el tema con un nutricionista, que seguro que algo saben de la materia. Algo siempre recomendable antes de hablar de asuntos de dietas y supuestos beneficios de algunos productos, pese a que existe el riesgo de quedarse sin buenas noticias y sin un titular bonito.

Y así fue. Primera sospecha de que algo va mal: no hay enlace al estudio original del que se habla, señala Juan Revenga. Una búsqueda por la red nos ayuda a localizarlo y confirmar que se trata del mismo, al ver que se habla de esos 193 individuos del estudio. Otro dato más para desconfiar del prometedor titular: el estudio se remonta a 2012.

Efectivamente, unos datos de hace más de tres años que ni siquiera se enlazan no parece un buen comienzo. Tampoco la lógica nutricional ayuda a dar por buena la curiosa teoría de la tarta de chocolate, claro. Después de todo, los estudios que alaban las supuestas propiedades de algún producto o niegan sus consecuencias dañinas son un clásico.

«Este tipo de noticias son muy peligrosas porque desvían el foco de atención ante elementos mucho más gruesos e importantes en el terreno de la obesidad», apunta Revenga. En realidad, lo del chocolate y sus propiedades casi adelgazantes llevadas una y otra vez a titulares perfectos para despertar la curiosidad -un vicio en el que en realidad todos los periodistas hemos caído alguna vez-, es un tema ya muy manido y que él mismo ha abordado en su blog.

«¿Quiere decir esto que consumir chocolate lejos de engordar puede ayudar a adelgazar? La respuesta obviamente es no», explicaba él mismo en su momento. Confirmada por tanto el fin de nuestra efímera alegría chocolatera.

Pero la cosa no queda ahí, porque según nos desvela nuestro nutricionista de cabecera -al que no es recomendable cabrear con temas tan serios como estos- rebuscando un poco más en la historia de este singular estudio se puede dar con un documento de correcciones. 

No se trata sólo de modificar algunos datos de las tablas, sino que se matiza parte de las conclusiones y se aclara -atención a esto- que una de las autoras del estudio lo es también de un libro titulado The big breakfast diet (la dieta del gran desayuno). Un libro que -ellos mismos los explican- está dirigido al gran público y no está basada en estudios científicos, sino en la experiencia médica de la autora y la observación y tratamiento de pacientes. Estupendo.

Evidentemente todo esto no significa que el consumo de chocolate -hablamos siempre de forma ocasional y dentro de una dieta equilibrada y razonable- sea malo. Pero de ahí a plantear que una tarta de chocolate en el desayuno es una buena idea en un plan dietético hay una gran distancia.

Por eso nosotros pensamos seguir comiendo chocolate e incluso desayunando tarta si un día se tercia. Que lo hagamos engañándonos a nosotros mismos, pensando que, además de disfrutar, eso nos va a ayudar a perder unos kilos, ya es opcional. Después de todo, mentirse a uno mismo para justificar los vicios es un deporte muy antiguo.

4 COMENTARIOS

  1. No se pero si yo desayuno simplemente lo que se supone hay que desayunar, con su pan y su jamón y su aceite y tostadas y leche y huevos….. directamente me quedo frita en la oficina.
    Lo siento pero yo desayuno muy poco, kiwi y leche desnatada con poquitos cereales integrales.
    A la hora de comer de todo pero pequeña ración de cada, para no tener que dormir siesta y para cenar ahí sí le doy con una buena cantidad de ensalada de cogollos y pimiento rojo, medio sandwich de pechuga de pago, naranja, yogourt desnatado, infusión de hibisco y arándanos deshidratados o piel de pomelo deshidratada con algo de azucar (son mis chuches) y cuando como dulces o chuches lo hago siempre después de cenar y antes de acostarme (nada recomendable creo) y duermo de maravilla.
    Peso 49 kilos midiendo 1,65 con 48 años, he llegado a pesar por dejar de fumar y durante tres años 58 kilos, que comiendo así he perdido, volviendo a mi peso de siempre.

    Conclusión: creo que por muchos estudios que haya, cada uno puede llegar a saber lo que le vienen bien a su propio cuerpo en un momento dado.

  2. No ayuda adelgazar, pero qué lujo sería tener un metabolismo que nos permitiera desayunar todos los días pastel de chocolate. Como todo en la vida el secreto está en el equilibrio en nuestros hábitos, tanto en la dieta como en ejercicio.

  3. Diria que todo es un balance en la dieta del desayuno, ya que de este depende mas del 40% del aumento de peso en nuestro cuerpo, pero si conseguimos un desayuno balanceado con alimentos que verdaderamente puedan quemar calorias y acelerar el metabolismo entonces tendremos una buena parte del dia ganado en el tema de perder peso.

    Rocio castro
    http://www.perdernaturalpeso.com/

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