Miguel Ángel Muñoz era el favorito. O, por lo menos, eso se ha repetido mucho durante la última semana, aunque para muchos otros casi desde el primer programa Cayetana Guillén Cuervo era la clara candidata a convertirse en la ganadora de esta primera edición de MasterChef Celebrity.
Pero aunque la actriz -que también era nuestra favorita, por cierto- ha demostrado durante estas semanas que es bastante más simpática que la imagen que durante años se había creado a su alrededor y que cocina realmente bien, finalmente ha sido Muñoz el ganador del concurso. Resultado previsible para un programa previsible.
Pero a estas alturas no vamos a sorprendernos de casi nada con MasterChef. Ni de los guiones un tanto repetitivos ni de ese papel a veces tan secundario que se le da a los fogones. Lo hemos repetido ya demasiadas veces y después de una cuantas temporadas y de esta primera versión con famosos, casi están empezando a resultar más aburridas las críticas -incluidas las nuestras- que el propio programa. Y mira que puede llegar a ser cansino.
Y es que, en realidad, más allá de los VIP de turno, nada ha cambiado en una receta de sobra conocida. Lágrimas, sorpresas que en realidad no son para tanto pero que a los concursantes les parecen lo más emotivo del universo, y las broncas entre los aspirantes a chefs más o menos guionizadas. Sí, lo de Fernando Tejero y Loles León ha llegado a ser entre forzado e insoportable.
Tampoco ha faltado la típica crisis y abandono en versión María del Monte –lo de llamar ineducados al jurado ha sido de lo más grande de esta edición-, la concursante fugaz (Estefanía Luyk, por si ya todo el mundo se ha olvidado de ella), la aparentemente odiosa y cantarina que al final no lo es tanto o al menos llega hasta la final…
Y, por supuesto, esas cosas que desde hace mucho tiempo nos chirrían de MasterChef pero que ahí siguen. ¿Que termine a las 2 de la mañana? También. ¿La publicidad que la televisión pública en teoría no permite pero que van colando como pueden entre electrodomésticos con la marca bien visible o el supermercado amigo? Sí, pero tampoco hablamos de eso.
Nos referimos a ese punto entre casposo y garbancero que, sin llegar a ser la cocina de Bertín Osborne, a veces se acerca peligrosamente. Esos machismos de baja intensidad de los que ya hemos hablado en otras ediciones de MasterChef tampoco faltaron a la fiesta. El Cordobés -el torero que sentía lástima de un bogavante- y Virginia Troconis han sido esta vez el plato para otra ración de estereotipos.
Definida 2 de cada 3 veces como «la mujer de» y con la constante sombra de que está allí precisamente por eso y no por méritos propios -sinceramente, desconocemos su curriculum exactamente igual que desconocíamos hasta ver MasterChef Celebrity si estaba casada o con quién- más de una vez hemos tenido que mirar el calendario para comprobar que estábamos en 2016 y en una televisión pública.
Por no hablar de los repetitivos comentarios del jurado sobre los peinados de Cayetana que, por supuesto, nunca han ido dirigidos a alguno de los participantes masculinos. ¿Micromachismo o tenemos la piel muy fina? Seguimos haciéndonos la misma pregunta con cada MasterChef y está claro que la historia se repite aunque los concursantes sean famosos.
Para rematar, no podemos pasar por alto el selecto ambiente capitalino de la segunda prueba de la final de anoche en la mítica y reabierta sala Florida Retiro de Madrid. Ramón García andaba por allí -sin capa- para hacerse una idea del concepto. Incluso vimos servilletas agitadas en el aire, como en cualquier bodorrio que se precie.
No han faltado algunos grandes momentos. Los cortes de Cayetana en los primeros programas, el carísimo arroz con marisco que preparó Loles en la semifinal, el bogavante amagando con ser un nuevo León come gamba de Tejero… Sí, definitivamente los bogavantes han sido otra celebrity en el programa.
El caso es que las críticas son lo de menos, por mucho que las repitamos edición tras edición. La audiencia ha respondido bien a esto de meter famosos en la cocina, así que no dudamos de que habrá una segunda edición. Seguro que pronto empiezan a sonar nombres de candidatos a chefs. De hecho, pensándolo bien, sus caras serán lo único que cambiará, porque el resto del menú es fácil de imaginar. El de siempre.
Machismo por hacer bormas con el pelo de Cayetana? Pero donde vamos a parar?
Ahora decirle a una persona que tiene el pelo alborotado, si es mujer, es machismo. SI hubiera habido un otro concursante sean hombre o mujer con el pelo asi le hubieran dicho algo, pero claro Cayetana iba siempre con el pelo suelo normal que se le despeine con tanto movimiento, cogete una cola mujer.
En este caso tienes un serio problema de feminazismo.
Respecto al concurso es unicamente un guion bien llevado donde el fondo es la cocina pero lo interesante es las reacciones, dialogos y demas entre concursante.
Y meterse con el «ambiente capitalino» es de ser inculta, le han querido dar una similitud a cocina de alto nivel donde pocos o ninguno de aqui comemos o comeremos en nuestra vida. Asi que veo mas bien envidia.
Entretenido sin mas, mucha tontería pero bueno viendo la calida de la tv actual no está mal
Es vergonzoso este programa, machismo? claro que lo hay, sobre todo de Pepe, tampoco entiendo las broncas sin necesidad, el tonito burlon de jordi cuando alguien hace algo mal, Los comentarios despectivos de Loles Leon hacia Virginia Troconis, el mal humor de Fernando Tejero, creo que la mas digna aunque fuera guionizada fue la salida de Maria del Monte, es mejor salir de ahi pitando que dejar que el jurado siempre sintiendose superior te insulte, una final que mas bien parecía la gala de los invitados con el protagonismo del insoportable Kike Sarasola,
la ridiculez del jurado disfrazado en el escenario, restandole seriedad al concurso. En fin a veces lo veo por que algo se aprende, pero deberian aprender de master chef Italia o master chef canada, o definitivamente cambiar de jurado
La verdad que no sé por qué se critican estos programas. Son culinarios, sí, pero también un programa de televisión. No nos olvidemos de eso. A mí mr resulta entretenido esté quien esté. Personas anónimas o Cayetana. Me gusta igual. El tema del corta y pega pues no puedo hablar porque no se si lo hacen para mejor o no, pero sí puedo decir que me he llevado una decepción grande con algunos concursantes. Tejero, Loles, El Cordobés…y mi admiración a Cayetana o Miguel. Pero eso ya es percepción mía personal.
Empecé a ver el primero pero, no me gustó la manera en que las camaras enfocan los gestos cortados y pegados segun interesa…Creo que eso es tarea de realización,no sé,pero queda fatal.
Si y la envidia y la chuleria de Fernando Tejero,