Café molecular: el café del futuro que se hace sin granos de café

Tenemos un problema: en el mundo se consume mucho café y todo parece indicar que es solo cuestión de tiempo que no haya café para todos. Al menos, no café como el que conocemos ahora, porque algunos aseguran haber dado con la solución: el café molecular.

Tras este invento se esconde una idea que casi sorprende tanto como asusta: café sin café. O, más concretamente, sin los granos de café pero con el mismo sabor, aroma y cafeína aunque, eso sí, algo menos amargo que el café real.

¿Pero qué tipo de tomadura de pelo es esta?, se estarán preguntando los cafeteros. En realidad, el concepto es el mismo que se usa para el llamado vino molecular, y se basa en algo tan aparentemente sencillo como descifrar a nivel molecular el contenido de una taza de café.

A partir de esa receta, en el laboratorio se puede replicar el resultado final pero saltándose la parte más cara y compleja del asunto: los granos de café.

Si en el caso del vino la idea es acercar al gran público vinos que sepan igual que algunas de las referencias más caras y exclusivas del mercado, en este caso se le añade un aparente mensaje de sostenibilidad.

Seguro que los países -normalmente no especialmente ricos- en los que el cultivo del café es importante para su economía no opinan igual.

«Para algunos el café es una experiencia, para otros el fruto casi mágico de las vainas de café. Pero a la hora de la verdad se trata de una bebida formada por centenares de componente químicos», apuntan los creadores de Atomo Coffe, la empresa detrás del café molecular.

Y poca broma con ellos, porque en una reciente ronda de financiación han conseguido nada menos que 2,6 millones de dólares. Ahora ya no son unos frikis de laboratorio sino que al proyecto se ha sumado la misma empresa que invirtió en su momento en Impossible Food, la llamada carne vegetal que está triunfando en Burger King.

Lo cierto es que no queda nada claro cómo es el proceso de producción de este café del futuro ni cuál es la base usada y a la que se le añaden los ingredientes mágicos para conseguir esa bebida.

Con este sistema aseguran poder igualar el sabor y aroma de cualquier especialidad de café, aunque se estrenarán con el de la región de La Casona en Costa Rica. ¿Pero sabe igual? Ellos dicen que sí. ¿Y lo puedo tomar con leche? Esto es curioso porque, según sus creadores, quieren que la gente tome el café solo, porque es más sano y, en realidad, la mayoría de la gente le echa lecha para disimular el amargor. 

En teoría, a finales de este año el café de Atomo -habrá que ver si se puede llamar café, por cierto- saldrá al mercado con el mismo formato que el café molido aunque, por ahora, solo para cafeteras de filtro. ¿El precio? Mucho menos que una taza de café en Starbuck’s, aseguran.

Aunque posiblemente esto sea solo el primer capítulo -hace cinco años que se empezó a hablar de Impossible Food y es ahora cuando es relativamente popular-, todo parece indicar que en los próximo años el café molecular y otro tipo de iniciativas similares ocuparán muchos titulares.

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