Adiós a ‘Tab’, el primer refresco que nos engañó con aquello del «sin azúcar»

Los más veteranos la recordarán y puede que hasta la hayan probado. A otros, como mucho lea sonará esto de Tab como una bebida de hace muchos años. Pero seguro que la mayoría se está haciendo ahora misma una pregunta: ¿pero esto todavía existe?

Pues sí, aunque le quedan meses de vida porque Coca Cola acaba de anunciar que eliminará esta bebida de su catálogo a finales de este mismo año, poniendo así fin a una historia de más de medio siglo y a la primera bebida «light» del imperio Coca Cola.

Pese a que ha tenido momentos estelares en taquillazos como Resacón en Las Vegas – en Regreso al Futuro II también protagonizaba un chiste- y para algunos está en esa categoría de bebidas míticas, por lo visto, las ventas son anecdóticas y la empresa propietaria ha decidido incluirla en la lista de productos no rentables y que toca finiquitar.

No es que vayamos a echarlo de menos, pero sí resulta interesante comprobar que la tomadura de pelo con lo light y lo «sin azúcar» se remonta a nada menos que 1963. Por si alguien dudaba de que la industria alimentaria ha ido adaptándose y haciendo lo que hiciera falta en todos estos años para saltarse cualquier tipo de normativa relacionada con la salud.

¿Pero era un refresco sin azúcar? Sí. Uno de los primeros del mercado, de hecho, que vinculó la idea de que era posible tomar una bebida así y mantenerse en forma. «El refresco con una sola caloría» fue uno de sus lemas.

El truco es el de siempre: utilizar otros edulcorantes en vez de azúcar. De hecho, a lo largo de su historia tuvo que cambiar la receta original porque inicialmente se usó el ciclamato (prohibido años después) y después la sacarina, que también tuvo cierta mala fama durante unos años y se vinculó al cáncer.

El caso es que la llegada de la Coca Cola Diet en 1982 marcó el inicio de su declive, aunque está claro que ha tenido una agonía muy larga y lo cierto es que todavía tiene sus fans que, lógicamente, han sumado esta noticia a la larga lista de tragedias de este 2020.

No falta tampoco una recogida de firmas para intentar convencer a Coca Cola de que se replantee la decisión, aunque no parece (llevan unas 3.000) que la compañía esté por la labor.

No resulta fácil encontrarla últimamente en España, pero si aparece por algún lado igual no es mala idea hacerse con alguna de las últimas latas. No vaya a ser que se convierta dentro de un tiempo en uno de esos codiciados y carísimos objetos de deseo de coleccionistas de refrescos. Que seguro que también los hay.

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