¿Beber cerveza en la ducha? Pues sí. Aunque igual nunca se te había ocurrido -como posiblemente a la inmensa mayoría de las personas-, por lo visto es algo que ocurre y que incluso tiene su propio club de fans que, con el hashtag #showerbeer defienden esta práctica en redes sociales.
El problema es que hasta ahora quienes querían tomarse una cerveza bajo el chorro de la ducha tenían que apañarse con una botella o una lata normal. Sí, uno de esos graves problemas del primer mundo a los que, por suerte, un estudio de diseño y una firma de cervezas artesanas sueca han decidido dar solución de la única forma posible: creando la primera cerveza del mundo específicamente pensada para beberla en la ducha.
¿Y qué tiene de especial este cerveza bautizada, claro, como Shower Beer? De entrada, su tamaño (18 cl) que, según explican sus creadores, es perfecto para poder resolver el tema de la cerveza bajo la ducha en 3 o 4 sorbos. Así, de paso, tampoco tienes que alargar la ducha media hora y con la tontería acabar consumiendo más agua que si tuvieras una piscina.
Pero no se trata sólo de tamaño. Y es que, tal y como recogen en Munchies, esta cerveza creada por PangPang y la agencia Snask lleva un paso más allá el tema de la ducha, y en su sabor pueden encontrarse toques de limón y hierbas que puede recordar al jabón. Dicho así no suena muy atractivo, pero sus creadores aseguran que está estupenda.
Pero lo mejor de todo -comentan- es que la receta también permite usar la cerveza como acondicionador para el pelo. Un auténtico 2 en 1 para rematar la ducha perfecta.
En principio se lanzó como un experimento puntual, pero dada la buena acogida y la velocidad con la que se agotó la primera partida, ya se están planteando lanzarla como un producto más dentro de su gama de cervezas. De momento, eso sí, los que quieran practicar con eso de la ducha cervecera tendrán que conformarse con un quinto de los de toda la vida.
Yo hace tiempo que lo hago, hace años. A veces voy a correr, y cuando llego a casa lo primero que hago es coger una cerveza de la nevera (normalmente es una Paulaner o Franciscaner de medio litro), le quito la chapa y me meto en la ducha. Ahí tengo como un sitio donde apollar los champús, pero los quito y apollo ahí la cerveza (está a la altura de mi pecho). Mientras me ducho, la bebo tranquilamente (no le cae agua dentro). Si me ha sobrado algo, la vuelvo a meter en la nevera y le pongo la chapa para beberla más tarde.