Receta: rellenos de carne a la mexicana

Justo al lado de la carretera hacia San Sebastián del Norte (Jalisco, México), antes del puente del Progreso, Carmen Robles tiene una pequeña panadería donde cada día, desde bien temprano, amasa y hornea panes y dulces.

Acabamos de volver de allí, de visitar las increíbles zonas de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, y entre muchas fotos y notas sobre la gastronomía del Pacífico mexicano, nos hemos traído también una receta de Carmen: los rellenos de carne.

De carne o de lo que quieras, nos dice mientras saca del horno una tanda de galletas. ¿Un pan preñado? Algo así, pero con un claro toque mexicano y una textura más de bollo que de panecillo crujiente. No nos quedarán como ella, pero pensamos practicar mucho.

Ingredientes (para unos 25 panecillos)

Para la masa

  • 1 kg. de harina de trigo
  • 2 huevos
  • 1 taza (200 ml.) de aceite de girasol
  • 2 tazas (400 ml.) de agua
  • 50 gr. de azúcar
  • 10 gr. de levadura fresca de panadería (o 3 gr. levadura seca)

Para el relleno

  • Carne picada o picadillo de chorizo (400 gr.)
  • 1 cebolla
  • Cilantro
  • 1 patata
  • Jalapeños o pimiento picante
  • Queso suave de untar

Lo primero es preparar una masa similar a la de un pan, mezclando todos los ingredientes, amasando bien -a mano o con panificadora si tenemos por casa-, y dejamos reposar hasta que doble su volumen.

Mientras reposa, es momento de preparar el relleno. Básicamente podemos usar lo que nos apetezca o tengamos a mano. En este caso vamos a mezclar carne picada con cebolla picada muy fina, cilantro, pimiento picante -chile serrano o jalapeños, que igual son más fáciles de encontrar- y patata, que rallaremos sobre esta mezcla.

Volvemos a la masa. Hacemos unas pequeñas tortas -del tamaño de la palma de la mano-, no muy finas. Colocamos el relleno, un poco de queso de untar por encima (o uno suave y que se derrita), y cerramos la masa formando un pequeño panecillo.

Para hacernos una idea de cantidades y tamaños, con esa masa nos tienen que salir unos 25 panecillos. Una vez formados, dejamos reposar otra media hora aproximadamente, igual que haríamos con un pan.

Ya casi lo tenemos. En el horno precalentado a tope, tendremos que tenerlos unos 30 minutos a 200 grados. Ahora sólo queda dejar que se enfrían, devorarlos y soñar con volver pronto a México y a la panadería de Carmen.

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