Pastel de castaña y almendra

pastelcastanya

Se nos viene el invierno encima y, ahora sí, los puestos de castañas encajan bien con el ambiente en general. Apetece coger un cucurucho caliente, aunque después nos tengamos que pelear con las cáscaras, intentar no tocar nada con las manos negras y acabar tirando una parte porque no están en condiciones.

Si esto último nos resulta demasiado engorroso, hay mil maneras más de consumir este fruto seco: guisos, sopas, cremas y, como no, dulces. Nosotros proponemos un pastel de los simples de verdad. En realidad se trata de una base que podemos acompañar con lo que nos apetezca, desde una crema inglesa hasta un puré de manzana o una reducción de moscatel. Además se trata de un dulce sin rastro de gluten ni lactosa, así que es muy interesante para celíacos e intolerantes a la leche.

Ingredientes

  • 300 gr. de castañas
  • 4 huevos
  • 100 gr. de azúcar (queda poco dulce así que si nos va el asssúcar podemos poner algo más)
  • 200 gr. de almendra molida

Preparación

Lo primero es pelar las castañas para cocerlas. Hacerlo en crudo puede resultar desesperante y muy frustrante si no disponemos de alguna herramienta especial para ello. Como las necesitamos para cocer, podemos recurrir al escaldado o bien al truco del microondas.

Una vez peladas y limpias las cocemos en agua durante 30 minutos o hasta que estén tiernas. Trituramos las castañas con un poco del agua de la cocción hasta conseguir un puré fino.

Separamos las claras de las yemas de los huevos. Las yemas las montamos con el azúcar hasta que blanqueen. Entonces añadimos la almendra picada con delicadeza hasta que esté bien incorporada. Una vez esté bien integrado añadimos el puré de castaña y mezclamos.

Por otro lado montamos las claras a punto de nieve. Cuando estén firmes añadimos un par de cucharadas de la mezcla anterior y con una espátula y movimientos circulares mezclamos con mucha delicadeza. Vamos añadiendo puré a las claras poco a poco y mezclando bien para que no baje.

Ponemos la mezcla en flaneras individuales o bien en moldes no muy grandes. Los horneamos a 180º durante unos 30 minutos. Esto, como siempre, depende del horno y de los moldes. Y, como siempre, sabremos que el pastel está listo cuando clavando un palillo o similar, este salga seco.

Solo queda dejar enfriar, desmoldar y servir con lo que queramos. Hay que decir que es un postre de sabor muy suave así que mejor huir de chocolates, cafés y otros sabores que pueden matar literalmente la sutileza de la castaña.

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