Noticias gastronómicas que parecen inocentadas (pero no lo son)

Que la realidad siempre supera la ficción es algo que cada pocos días Mariló Montero se encarga de demostrar en pantalla. Da igual la cantidad de chistes que ya se hayan hecho sobre ella porque siempre será capaz de elevar un poco más el listón con una nueva burrada. Así que, visto el nivel general y dado que el mundo de la gastronomía no es ajeno a este gusto por lo absurdo -¿alguien ha dicho «pan runner«?- mucho mejor que inventarse algo ingenioso para el Día de los Santos Inocentes es dar un rápido repaso a la hemeroteca y comprobar que, efectivamente, es mucho más divertido o surrealista que cualquier cosa que podamos inventarnos.

De eso saben mucho en Parece del Mundo Today, una web que se dedica a recopilar noticias curiosas -por decirlo finamente- que parecen más propias de los ingeniosos chicos de El Mundo Today que de la prensa seria. Allí hemos encontrado algunos de los noticiones que conforman este top 10 de noticias que parecen una inocentada pero que, mucho nos tememos, sólo son reales.

· Pastelero búlgaro inventa el caramelo desodorante. En realidad lo inventó hace ya unos años, y los caramelos Perfume Deo Candy se pueden comprar por sólo 6 dólares la bolsa. Este invento que hará las delicias de los alérgicos a la ducha y el jabón es obra de Ventsislav Peychev y promete dejar nuestro cuerpo serrano con un magnífico olor a rosas durante unas 6 horas.

· #PaellaEmoticon, campaña por el icono de la paella en WhatsApp. Teniendo en cuenta que a la mayoría de gente normal ya la parece bastante absurdo el simple hecho de que exista una asociación que se autoproclame como la defensora de la paella «auténtica» (conocidos cariñosamente como Al-Paella), lo del icono de WhatsApp es para nota. Aunque no es suya la iniciativa sí aparecen citados en la petición realizada a través de la plataforma Change para que se incluya este plato entre los iconos disponibles en el móvil. Una petición que, para rematar el chiste, está dirigida a Tim Cook, máximo responsable de Apple, para que medie con los chicos de los iconos.

· Beber arcilla: la polémica dieta de los famosos. Dieta, estupidez y famosos es un trío que siempre funciona. Y aunque las dietas absurdas merecen por sí solas un capítulo completo, la penúltima tontería es ésta: beber arcilla. Tiene todos los clásicos elementos del guión en estos casos: actriz con pocas luces que lo ha probado y le  funciona, algún tipo de justificación histórica absurda -lo hacen en África y mira que estupendos están- y, sobre todo, una nula base científica del asunto. Éxito asegurado.

 · Le deja su novio y se va una semana a un local de comida rápida para olvidarlo. Lo típico, que te deja el churri, vas a por unas alitas de pollo a KFC para superarlo y entre el olor a fritanga, la elegante decoración y que no tienes nada mejor que hacer, decides quedarte allí una semana para superar la bajuna. Podría ser peor, claro, podría haberle dado por escuchar a Álex Ubago.

· Un estudio científico sobre por qué resbala la piel de plátano. Siglo XXI y todavía la humanidad no había conseguido resolver una de las dudas existenciales más elementales: ¿Por qué el chiste de la piel de plátano y el resbalón? ¿Realmente resbala tanto o es un tópico sin ninguna base? ¿Pero cuánto resbala? ¿Más o menos que otras pieles de frutas? Para dar respuesta a estas cuestiones, un grupo de científicos japoneses realizó un estudio al respecto. Más que las respuestas, lo interesante del estudio es que ha sido elegido por la revista de humor Annals of Improbable Research como la investigación más absurda del año.

· Adicta al ketchup consume 36 litros al año. De todas las cosas en el mundo a las que uno puede ser adicto, el ketchup ocuparía un lugar bastante bajo en la lista de cualquier persona con un poco de criterio culinario. No es el caso de la británica Samantha Archer que no sólo padece este lamentable síndrome sino que, encima, sale en los periódicos presumiendo de consumir 36 litros de ketchup al año y contando cómo piensa usarlo para condimentar su menú navideño. Jamie Oliver tiene todavía mucho trabajo por hacer.

· Fabrican queso a partir de bacterias del ombligo. Tantos años sin saber que hacer con las pelusillas del ombligo y resulta que pueden ser la base de un queso de lo más original y perfecto para los amantes de nuevas sensaciones que se quedaron con ganas de probar aquel queso hecho con leche materna. Si alguien prefiere otras versiones, en el mismo lote también se ha hecho queso con bacterias de los pies, las lágrimas, la boca… Menos poner cara de asco que todo esto es sólo un proyecto artístico. Por ahora…

· España exportará 4.000 penes de ciervo a China. Es verdad que en un país donde zampamos caracoles, ancas de rana o criadillas -por citar algunos ejemplos- no tenemos mucho que decir sobre los animales, o partes de ellos, que coman en otras partes. Pero lo de los penes de ciervo supera el nivel medio de exotismo. Más teniendo en cuenta que, en algunos países asiáticos, se trata de una auténtica delicatessen por la que se paga verdaderas fortunas. ¿Angulas? Eso es de nenas.

· Pizza Hut incluye en su menú una pizza con Doritos. La comida rápida es el caldo de cultivo perfecto para algunas de las mayores cerdadas culinarias de nuestro tiempo. Y entre las mil combinaciones aparentemente imposibles que se cuelan en los menús de estas cadenas -otro día hablamos de la Pizza Cake que nos tiene fascinados- esta pizza con Doritos de Pizza Hut, en Australia, es una que ha saltado a los titulares en los últimos meses. ¿Era necesario? No, pero posiblemente si la tuviéramos más cerca no nos importaría probarla.

· Bigote Arrocet compra churros en un puesto ambulante de Madrid. Dejamos para el final la que, sin duda, es la noticia gastronómica del año en España. Ni el nuevo reparto de las estrellas Michelín, ni las preguntas raras de Ferran Adrià en Twitter, ni nada: Bigote Arrocet ha comprado churros. ¿Churros con droga de alguna red afgana? No, por lo visto churros normales en un puesto de Madrid. Lo contaba hace unos meses El Mundo y, por lo visto, todavía no han pedido perdón ni entregado los teclados.