Cuentan que cuando se estrenó la película La Vida de Bryan, un obispo criticó a los geniales Monty Python por hacer chistes con la vida de Jesús. ¿Pero la ha visto?, le preguntaron los periodistas. «No necesito entrar en una pocilga para saber que huele mal», contestó aquel enfadado portavoz de la iglesia anglicana.
Cierta o no la anécdota, nos viene perfecta para el estreno anoche de MasterChef Celebity. No se trata de comparar el programa de TVE con esta obra maestra de los Monty Python, ni de ejercer nosotros de obispos enfurecidos, pero lo cierto es que no hacía falta verlo para saber lo que nos íbamos a encontrar.
Pese a ello, anoche nos tocó aguantar despiertos hasta la 1 de la mañana para comprobar que todo lo que nos temíamos se convertía en realidad. Y es que, si en MasterChef normal ya nos sobra espectáculo y nos falta cocina, aquí lo de los pucheros es poco más que la excusa para poner famosos en pantalla.
Ayer en domingo, pero a partir de ahora los martes por la noche, por cierto. Se ve que la audiencia se quedaba huérfana entre el MasterChef normal y la versión navideña Junior, y había que rellenar ese hueco.
¿Una genial ocurrencia de la televisión pública para seguir apostando por la cocina como entretenimiento? Pues lo cierto es que no, porque el formato es uno más de la interminable lista de franquicias de MasterChef que ya se emite desde hace años en otros países. Y no son los únicos, porque sus primos de TopChef también tienen un buen surtido de versiones, incluida una VIP que seguro que en Antena3 no tardarán en cocinar.
Así que la receta estaba cantada. En los MasterChef normales el objetivo es buscar siempre cierta dosis de emoción y morbo, así que nada como un puñado de famosos para condimentar el asunto. Loles León, Fernando Tejero, Cayetana Guillén-Cuervo, Miguel Ángel Muñoz, Fonsi Nieto, Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Virginia Troconis, María del Monte y Niña Pastori eran los elegidos para este experimento. Y Niña Pastori ha sido la primera en caer.

Nos contaba Jordi Cruz -el jurado está formado por el trío habitual- que en realidad en MasterChef hay menos guión del que pensamos. Y que el espectáculo es el peaje a pagar para que se hable de cocina en televisión. Y al ver por ahí al gran Pepe Solla -uno de esos chefs tan interesantes y simpáticos como mediáticamente desconocidos- explicando cómo cocinar un bogavante pensamos que igual Cruz, en el fondo, tiene razón.
Así que hicimos el esfuerzo de aguantar hasta el final, soportar a la cantarina y pesadísima Loles León, a la emocionada y simpática Cayetana a punto de llorar cada minuto -con lo dura que parecía-, y el humor torero de ‘El Cordobés’ ejerciendo de marido protector con su mujer y también concursante.
El cansino, el tradicional, el emocionado, el que se esfuerza, se lo toma en serio y cae bien -Fernando Tejero- el de los chistes malos… En realidad, son los papeles de siempre. Los de cada edición, pero con una cara más o menos conocida detrás.
Porque esa es otra. No es fácil dar con 10 famosos que se presten al juego, así que si la historia se repite como en otros países cabe suponer que, cual Isla de los Famosos pero con cacerolas, por aquí no tardarán en desfilar famosos de segunda o tercera regional. En Reino Unido, por cierto, ya tienen un cura en plantilla para esta edición 2016, por si hay que dar ideas para próximos castings.
Todo, eso sí, por una buena causa, porque el premio final de 75.000 euros y otros 4.000 en cada programa irá a parar a una ONG. Tampoco es que nos haga mucha gracia eso de convertir la solidaridad -o caridad- en un espectáculo en pantalla, pero por lo visto es otro de esos peajes de los que hablábamos.
Pero volviendo a la cocina, curiosamente el jurado ha estado bastante más didáctico que lo que recordamos en otras ediciones de MasterChef. Incluso se ha explicado alguna que otra cosa interesante sobre los platos: un bogavante -la matanza inicial habrá encantado a veganos y animalistas- una selección de platos tradicionales manchegos, y una tarta de queso.
Todo bien, salvo por un pequeño detalle: esta vez los concursantes ni son cocineros, ni quieren serlo, ni saben cocinar, ni les importa demasiado el asunto. Y esto, se supone, va de cocina. ¿Todo eso se puede compensar con guión, ritmo, chistes y planos cortos?
Pues no, porque el resultado ha sido bastante aburrido, aunque eso tampoco es ninguna sorpresa. No es que seamos unos cascarrabias -que igual también- es que nos gusta la cocina, no el circo televisivo. Y los famosos, al menos la mayoría de estos, nos provocan un largo bostezo que, como es bien sabido, es poco compatible con el apetito.
Tal vez el problema sea que al pensar en esa combinación, automáticamente recordamos aquellos tiempos en los que en televisión se cocinaban papas con arroz, bonito con tomate, cochifrito, caldereta, migas con chocolate, cebolleta en vinagreta, morteruelo… Era otra cocina, otra televisión y otros famosos.
Ummmm….un poquito de geografía que Chinchon no es de castilla la mancha sino de Madrid por lo tanto platos manchegos……va a ser q no.
Para aburrido tu post. Dios, no se puede destilar más tonterías por párrafo… Qué esperabas? Los que vemos Masterchef, ya sabíamos lo que íbamos a ver. Y cuando lleguen los famosos de tercera pues a otra cosa (pero no vayas de predicador en el desierto y predigas lo que sucederá en varios años). Yo creo que TVE no es Telecirco y cuidan más sus productos.
Si no te gusta, ya sabes en T5 echan el Debate de G.H. o te pones el Canal Cocina, pero deja en paz a los que nos gusta este formato y que no somos estrellas Michelín.
Ciao.
2. No te enfades que es muy temprano. El programa no vale ná, si te gusta pa ti enterito, pero déjanos opinar por fa.
La tele en general está para ponerla en el retrete y no olvidarse de tirar de la cadena.
lo que no entiendo es por que los chef se la pasan con esa cara de estreñidos y esa pose de superioridad con los concursantes ( famosos o no). Da un poco de asquito ver como humillan a los concursantes con sus super conocimientos de cocina. Caen mal, son antipáticos, no hay pedagogia. el problema de los concursos de este tipo es que parece que el jurado tiene que sr malo y que en la cocina se sufre horrores