La razón por la que no se debería dar tortitas de arroz a niños menores de 6 años

«El corcho». Seguro que más de uno recurre a este nombre cuando habla de las tortitas de arroz, uno de los clásicos de parques infantiles y hogares cuando se trata de dar algo de picar entre horas a los más pequeños y que sea -o al menos eso creen muchos- relativamente saludable. Sobre todo si son integrales, ¿no?

Es verdad que originalmente no están pensadas para niños y que en la mayoría de los casos no hay referencias a que se trate de un alimento infantil en el envase. Pese a ello, son muchos quienes han decidido aplicar esa idea del supuesto picoteo sano de estas tortitas a los más pequeños.

¿Y dónde está el problema? Dejando a un lado que siempre será mejor una fruta a cualquier hora que uno de estos productos industriales, el problema no es ni más ni menos que el arroz.

Concretamente el arsénico de este cereal. Así lo explica Beatriz Robles en su libro Comer seguro comiendo de todo, del que ya hemos hablado por aquí pero en el que seguimos descubriendo cosas de lo más interesantes.

«Los niños menores de 3 años son los más expuestos a este contaminante -leemos en uno de los capítulos de este libro- porque incluso aunque no consuman arroz como preparación culinaria sí comen productos específicos para ellos (como papillas) que llevan arroz como ingrediente principal».

De ahí, explica, que haya organismos científicos que recomiendan evitar o moderar el consumo de arroz entre los más pequeños. Nade de bebidas de arroz a los menores de 5 años, mejor no pasar de 4 raciones de arroz semanales -que ya estaría bien- y mejor evitar las famosas tortitas de arroz hasta los 6 años.

Así que, más allá de que sean realmente insípidas -y si no lo son, ojo con la cantidad de sal- y que no deberían considerarse una alternativa saludable a la fruta para picar entre horas o como merienda, este tema del arsénico y las recomendaciones al respecto de los especialistas confirman que es un producto que mejor no incluir en la cesta de la compra. Al menos para los más pequeños.

¡Es que ya no se puede comer nada!, repetirán con cierto enfado los mismo que se sorprenden de que un donut bombón no sea una merienda adecuada o que se enfadaban con aquella madre que daba de desayunar garbanzos en vez de galletas.

De hecho, mira, un poco de pan integral y hummus de garbanzos sería una estupenda merienda, mucho mejor que cualquier tortita del supermercado o de la tienda ecológica o dietética de turno. O, si no queremos ser los padres raritos del parque, la fruta siempre es la respuesta a todo. Así de fácil.

2 COMENTARIOS

  1. A este artículo le falta rigor. Mucha opinión, cogiendo datos del estudio de referencia, y algún prejuicio también.
    ¿Qué significa que las tortitas de arroz no son alimento para niños porque en la etiqueta no pone expresamente que así sea? No conozco ningún alimento que lo ponga a excepción de los preparados infantiles, y no suelwn ser, precisamente, las opciones más saludables.
    Por otro lado, qué tienen de malo los cereales si dejamos aparte este estudio específico del arsénico en el arroz para dar por supuesto que sí se le dan tortitas no se les está dando frutas a los niños? Las tortitas sin aditivos y bajas en sal son cereales, y no entrarían por si mismas en conflicto con la fruta. Ambos alimentos, cereales y fruta se complementan. El pan, que se cita más adelante, suele ser industrial también, como lo es la pasta y casi cualquier alimento que compremos, y nunca he oído la recomendación de que si es industrial no se pueda consumir.

    Saludos,

  2. la fruta no sustituye los cereales. Los niños necesitan hidratos. En lugar de explicarlo con fundamento solo dice que es peligroso y tampoco se propone otra alternativa de hidrato de carbono. Además hay tortitas de maíz, de lentejas, ….. el problema es el arroz o la tortita???????

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