Inventan una botella de vino que no gotea al servir

Da igual el cuidado con el que se haga o la elegancia con la que se le de ese último y ligero giro a la botella después de servir una copa: siempre hay una gota de vino que acaba escapándose, cae sobre la mesa y rompe todo nuestro encanto como experimentados sumilleres.

Hay decenas de trucos para intentar evitarlo e incluso una interminable lista de inventos para colocar en la botella y evitar que pase. ¿Pero no sería todo mucho más fácil si alguien se animara por fin a diseñar una botella libre de goteos? Hay vinos azules, en botellas planas, con Wi-Fi incorporado e incluso vino en lata… Pero lo de evitar la gotita de vino parece una frontera infranqueable.

O al menos lo era hasta ahora, porque desde la Universidad de Brandeis, en Massachusetts (Estados Unidos), nos llegan buenas noticias: Daniel Perlman asegura haber inventado la primera botella de vino del mundo que no gotea. 

Tal y como puede verse en el vídeo de demostración que han publicado, la solución no era tan complicada: una pequeña hendidura en la boca de la botella que impide que el vino resbale por el cristal y acabe cayendo. Pese a ello, no sólo no se le había ocurrido a nadie hasta ahora, sino que Perlman ha dedicado nada menos que 3 años al desarrollo de este proyecto.

El cristal -explica este físico- es hidrofílico, es decir, que atrae los líquidos. De ahí que para evitar esa tendencia baste con realizar esa pequeña separación de 2 milímetros, de tal modo que el vino y cualquier gota rebelde que quiera escaparse acabarán cayendo en la copa, en lugar de escurriéndose por el cuello de la botella.

La idea parece sencilla y su aplicación al diseño de las botellas también. Ahora sólo falta por ver qué bodega se anima a probarlo y lanzar al mercado el primer vino libre de goteo y de manchas en los manteles. Eso sí que sería una auténtica revolución enológica.