BooCook. Por E. de Salamanca
Yo nunca fui al elBulli. Soy de esa clase de gente que no ha corrido delante de los grises, que no recuerda que hacía el 23F y que nunca estuvo en Nueva York el 11S. Al menos sí estuve en la manifestación del 15M.
Haber comido o trabajado en elBulli sería una suerte de acto homérico: sólo los héroes y los dioses tendrán el beneficio de esa aventura, de la historia. Querido lector, te explico: yo soy un simple mortal que se alegra de tener a dos pasos de casa esa cadena de supermercados que no goza de muy buena prensa últimamente. Sí, esa misma. Antes tenerlo a mano era un privilegio. Ahora son una plaga en Madrid.
Creo recordar que fue en la facultad cuando oí hablar por primera vez de Ferran Adrià. Por aquel entonces se empezaba a hablar de los valores artísticos de la cocina.
Al menos entre los alumnos, porque no recuerdo a ningún profesor comentando el tema. En aquella época, por cierto, no había Internet. Increíble pero cierto.
Y hace unos días llegó por azar este libro a mi estantería: Ferran Adrià, cocinero o artista, de Jean-Paul Jouary. En realidad por azar le llegó a una amiga y colega que trabaja en una publicación sobre arte. Me debe de haber llegado porque pone «artista» en el título, pero seguro que a ti te interesa más, me dijo. (Gracias Sonia).
No se dejen embaucar por el papel, las tapas duras, la tipografía y el despliegue fotográfico. Lo que van a encontrar en este libro no tiene nada que ver con esa apariencia tipo tienda VIPS que le han querido dar. Fallo del editor. Se sentirá engañado quien lo compre por estos motivos. En realidad éste debería ser el típico libro de tapas blandas, papel malo para subrayar, y notas interminables a pie de página. Ese típico libro que a mi gusta.
Y éste me ha gustado. Es un libro claro, brillante, ágil, fácil, didáctico. Y todo ello en un ensayo, una tarea difícil. Es un libro teórico -que quede muy claro- escrito por un filósofo que ejecuta un buen trabajo sobre su admiración por el trabajo de Adrià bajo una premisa: elBulli es un obra de arte.
Jean-Paul Jouary hace un recorrido muy apropiado sobre la historia de la gastronomía, el orden de los platos, la gula, los filosofos y su relación con la comida. En definitiva, sobre el pensamiento que hay detrás de Ferran Adrià (de Platón a Derrida pasando por la nouvelle cuisine), y todo para diseccionar los platos del taller de elBulli desde un punto de vista histórico pero también fijándose en la escenografía, las sensaciones y en el gusto. En esa vertiente más fisiológica del restaurante a través de la experiencia del propio autor.
Podríamos discutir si, como sostiene Jouray, es o no arte. Pero cuando un filósofo se pone Kantiano, como lo hace él en el libro, es imposible. Olvídenlo, denle la razón aunque no crean que la tenga. Es mejor que se lean el libro y lo averigüen por su cuenta. Además es un buen inicio hacia la estética, esa rama de la filosofía que trata de la belleza.
Es un libro para alguien que, como yo, no haya podido ir a elBulli. ¿Me hubiera gustado? Desde luego. De necios sería pensar de otra manera.
BooCook es una sección destinada a elevar aun más el nivel cultural de La Gulateca con pequeñas dosis de literatura gastronómica (o gastronomía literaria) a cargo del ilustre E. de Salamanca, colaborador de la casa y corresponsal en Madrid.
Gracias por toda la informacion q dais..sois estopuendos
Realmente si es o no es arte no debería condicionarnos a la hora de disfrutar o vibrar con las creaciones de un cocinero. El debate sobre los límites del arte es eterno y para mi gusto bastante estéril para el pueblo llano. Yo personalmente creo que sí, que es arte en tanto en cuanto estimula los sentidos y provoca emociones. Aunque confieso que tal y como me ocurre con los arquitectos o los diseñadores de moda, en el caso de los cocineros me molesta un poco el empresario que hay detrás del artista.